Masaccio: Adán y Eva expulsados del Paraíso.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

CRÍTICA: MARILYN MANSON - HEAVEN UPSIDE DOWN (2017)







Finalmente el esperado disco anteriormente conocido como Say10 y rebautizado como Heaven Upside Down aterriza en la tierra de la mano del artista anteriormente conocido como Brian Warner pero que pasará a la historia como Marilyn Manson, y lo hace con una seguridad y contundencia que pocos esperábamos tras meses de retrasos, rumores e incertidumbres.
En un principio se anunció a bombo y platillo que el nuevo disco del Reverendo, el décimo de su carrera, aparecería el 14 de Febrero bajo el título de Say10 y supondría la segunda colaboración con el músico y productor Tyler Bates tras The Pale Emperor, disco que obtuvo una estupenda acogida entre la prensa especializada. Pero dicha fecha llegó y pasó, dejando a sus seguidores desorientados y con un buen palmo de narices.
Los meses fueron pasando sin ninguna nueva fecha o explicación por parte de Manson, que por contra se dedicaba cada poco a subir extraños vídeos acompañados de citas crípticas en su cuenta de Instagram. Ahora sabemos que estos meses los pasó batallando con diversos problemas personales, el más grave de ellos la muerte de su padre Hugh, y buscando la inspiración para redondear un disco con el que no se encontraba al cien por cien satisfecho.
Cuando finalmente se anunció una nueva fecha y Manson comenzó a hacer declaraciones nos advirtió que el disco no seguiría la senda abierta por The Pale Emperor y que sería un disco más rabioso y colérico, intentando acercarse a sus orígenes y definiendo su sonido como un híbrido de los legendarios Antichrist Superstar y Mechanical Animals. El primer single, lanzado hace unos días y titulado We Know Where You Fucking Live así lo confirmaba, mostrando un sonido mucho más duro e industrial y una actitud al micrófono de Manson más rabiosa que en el disco anterior, acercándolo ligeramente a la época Antichrist.
Ahora que hemos podido disfrutar del disco en su totalidad podemos afirmar que, aunque algo de eso hay, esa primera definición de Manson no era del todo cierta. Nos encontramos más bien con un disco de balance, de cómputo. Un trabajo muy directo y variado, en el que el Reverendo nos muestra destellos de todas las facetas por las que ha pasado en su ya dilatada carrera.
El comienzo del disco es el que más nos puede retrotaer a sus primeros años, con un auténtico puñetazo en la cara nada más empezar como es el tema Revelation #12, uno de los temas más cañeros que ha dado Manson en años y que incluso contiene detalles que recuerdan a aquel lejano Portrait of an American Family con el que se dio a conocer hace ya más de dos décadas. Tras él Tattooed In Reverse, otro gran tema, pegadizo cachondo y marchoso pero más calmado y electrónico, más época Animals. A continuación el ya mencionado We Know Where You Fucking Live y Say10 del que ya se habían podido escuchar algunos extractos, un tema de comienzo e interludios inquietantes y un estribillo diseñado para ser coreado a voz en grito por el público en los directos. Tras estos nos encontramos con Kill4Me. Planteado como segundo single es el tema más comercial y accesible del disco, con un sonido que bebe directamente de Depeche Mode y un planteamiento descaradamente popero y orientado a la radio, sin que por ello se trate de un mal tema en absoluto. Y nos situamos a mitad del disco con Saturnalia, una de las últimas incorporaciones dentro del proceso compositivo, un tema extraño, de ocho minutos de duración, que nos trae inmediatamente a la mente el rock gótico de los 80 y en especial a la banda Bauhaus, con una producción y base rítmica totalmente dominada por unas interesantes y omnipresentes líneas de bajo por las que van serpenteando las guitarras y teclados dando lugar a uno de los puntos álgidos del disco y haciendo que sea uno de los temas más interesantes. Tras este el intento algo descafeinado de caña que es JE$US CRI$I$ pasa un poco sin pena ni gloria, aunque aún así tiene algunos momentos interesantes, sobre todo en la parte de las guitarras que dan nuevamente el contrapunto a una línea de bajo omnipresente.
En los tres últimos temas nos encontramos la parte más pausada y de romántica melancolía del Manson de discos como Eat Me, Drink Me o The Pale Emperor. Mención especial merece el último de estos tres temas, Threats of Romance, que contiene unas estupendas melodías vocales y un teclado que es una auténtica delicia.
Fácilmente este Heaven Upside Down puede ser uno de los mejores discos de la reciente etapa de Manson (con permiso de The Pale Emperor), a su favor juega la duración y número de temas, que lo hacen más directo y redondo, sin rellenos descarados y en definitiva más digerible que Born Villain y The High End of Low.

Este nuevo disco de Marilyn Manson cuenta con una producción estupenda, llena de detalles y matices, y cuenta con un buen puñado de temas, y aunque ni de lejos llega a la altura de sus obras maestras contentará a los seguidores que ya lo situarán más arriba o abajo en su podio personal según gustos. El Reverendo esta vez no inventa nada ni da una nueva vuelta de tuerca a su personaje, pero nos da un poco de todo lo conocido hasta ahora y esta vez sí, en su justa medida, algo que se agradece.


Texto publicado originalmente en la web musical DiabloRock:



lunes, 4 de septiembre de 2017

CRÍTICA: AKERCOCKE - RENAISSANCE IN EXTREMIS (2017)





     La formación de culto de Black/Death Progresivo y vanguardista Akercocke regresa con un nuevo y flamante disco tras un silencio de una década, tiempo en el que ha pasado de todo, disolución de la banda, proyectos paralelos y regreso. ¿Ha merecido la pena tan larga espera? Ahora mismo te lo contamos.
Los fanáticos de la banda que se hayan visto abrumados por tan largo parón están de suerte ya que este Renaissance in Extremis que traen bajo el brazo cumple de sobra con las expectativas y el legado de la banda de Jason Mendonca. Nos encontramos ante un disco inspirado y cuidado, plagado de detalles y cambios sorprendentes, ideal para paladear con calma y atención de principio a fin.
El viaje comienza con Disappear, un tema de siete minutos de duración que se abre con un afilado dibujo de guitarra y la atronadora batería de David Grey dándonos la bienvenida, un breve silencio para encajar un veloz solo de guitarra con sabor a Yngwie Malmsteen y vuelta a la destrucción con un potente riff grave de reminiscencias thrash que da entrada al registro más gutural y diabólico de Mendonca a la voz. Este primer golpe te deja aturdido, y cuando recuperas la compostura y comienzas a cabecear como loco te descolocan de nuevo con un interludio suave, de voces melódicas y guitarras limpias, y tan solo llevamos tres minutos de tema...
Esta será la tónica durante la totalidad de los nueve cortes que conforman el álbum, temas complejos y dinámicos plagados de cambios de ritmo y atmósferas, con espacio para el lucimiento de todos los miembros de la banda, todos ellos músicos de amplia experiencia y trayectoria que se reúnen para hacer aquello que mejor saben hacer.
Entre los puntos álgidos podríamos destacar First to Leave the Funeral, un tema oscuro e inquietante que nos brinda los momentos más potentes y diabólicos del disco y que sin duda hará las delicias de los admiradores de los sonidos más extremos. También destaca Familiar Ghosts, un tema que arranca con el sonido del mar y las gaviotas junto a un melancólico arpegio de guitarra. Aquí Sam Loynes, siempre comedido a los teclados, se suelta un poco más para crear la atmósfera adecuada a lo largo de todo el tema con sus teclados y samplers, un tema sobresaliente que gravita entre la tristeza y la inquietud. Mendonca, que está pletórico durante todo el disco, da otra clase aquí tirando de todos sus recursos a la voz, desde los más melódicos hasta los más malignos. Por supuesto también hay que mencionar el tema que cierra el disco A Particularly Cold September, una delicia de más de nueve minutos que como imaginarás por lo comentado hasta aquí te lleva de los pasajes más calmados y melancólicos hasta las profundidades del averno zarandeándote por el camino como a un vulgar pelele. El inicio del mismo es fabuloso, con voces y guitarras limpias y un pasaje con saxo que los acerca a terrenos del ambient jazz, por supuesto todo va degenerando hasta desembocar en un furioso tramo de old school thrash y voces guturales para regresar luego a la calma y dejarnos con unos de los mejores y más sentidos solos de guitarra del disco que nos acompañará ya hasta el fundido a negro.
En el apartado letrístico la banda, conocida por su afición por la imaginería satánica y oculta, esta vez ahonda más en la oscuridad del alma con textos más terrenales que versan sobre la angustia, la desesperación, el tiempo y la superación personal.
No me ha convencido del todo la producción, yo habría apostado por un tipo de mezcla más actual, pero eso ya entra dentro del terreno de los gustos personales.
Finalmente Akercocke han vuelto, lo hacen por la puerta grande con un disco de alta calidad y apuesto a que ningún seguidor quedará decepcionado con su regreso y también que cosecharan un buen puñado de nuevos fieles con esta obra.

En definitiva: buena mierda para paladares exigentes.

Texto publicado originalmente en la web musical DiabloRock: http://diablorock.com/2017/08/30/critica-akercocke-renaissance-in-extremis-2017/