En una curiosa
estrategia de marketing la banda Californiana ha decidido publicar su
séptimo trabajo por sorpresa, sin anunciar fecha de salida meses
antes y sin singles de adelanto para crear el tan ansiado hype. De
esta forma a mediados de mes teníamos un nuevo tema y vídeo, y a
los pocos días ya estaba disponible el disco al completo. Y si el
lanzamiento ha pillado por sorpresa a todo el mundo la calidad del
mismo sin duda también ha asombrado a muchos.
Es evidente que el
fallecimiento en 2009 de Jimmy «The Rev» Sullivan, batería
fundador de la banda y uno de sus principales compositores, supuso un
mazazo enorme para la banda a nivel personal y compositivo y los
situó en un limbo del que parecía que no iban a poder salir. El
disco posterior al fallecimiento de The Rev, Nightmare, lanzado en
2010 y que aún contenía composiciones de este resultó un disco
inferior a sus trabajos anteriores pero aún tenía buen nivel. No
obstante el despropósito llegó en 2013 con el lanzamiento de Hail
to the King, un disco en el que deberían haber sacado pecho y
demostrar que podían seguir adelante sin su carismático batería y
que por contra supuso una enorme decepción tanto para la crítica
como para sus seguidores. Si bien era un disco con algunos buenos
temas carecía completamente de personalidad propia y más bien
parecía un disco de versiones de sus bandas favoritas, un tema
sonaba descaradamente a Metallica, otro a Iron Maiden, otro a
Megadeth etc... Era tan evidente la falta de ideas que hasta Robb
Flynn de Machine Head se hizo eco de ello en unas incendiarias
declaraciones en las que los tachaba de plagiadores.
Con ese panorama
este nuevo disco se presentaba como un enorme reto para la banda. Por
suerte lo que encontramos en los once cortes que componen The Stage
es a los mejores Avenged Sevenfold, una banda ambiciosa, técnica y
con las ideas claras que vuelve a hacerse dueña de su sonido e
identidad. Con la mentalidad de alejarse lo más posible del nefasto
disco anterior han optado por sacar su vena más progresiva, con
temas más originales y enrevesados, buscando sorprender al oyente
mezclando diversos estilos y huyendo de estructuras trilladas. Temas,
en definitiva, más trabajados.
Un buen ejemplo de
ello lo tenemos en God Damn, uno de los mejores momentos del disco y
en el que encontramos de todo: riffs distorsionados y veloces,
estribillo relajado, melodías de guitarra armónizadas, dulces
acústicas y hasta un solo de guitarra con aires flamencos, y todo
ello en poco más de tres minutos y medio. Los fans de la banda van a
encontrar todo lo que buscan en este disco, temas furiosos y veloces
como Paradigm, con un estupendo solo de guitarra Synyster Gates que
se luce como nunca en todo el disco demostrando por qué está
considerado uno de los mejores guitarristas de la actualidad, medios
tiempos melancólicos como Sunny Disposition, con trompetas
incluidas, y baladas marca de la casa como Angels con estupendas
líneas vocales de M. Shadows sacando a relucir su lado más
melódico. Por contra ese afán por la originalidad y complejidad
estilística no siempre les sale del todo bien y el disco también
tiene algún momento bajo como Simulation, en el que el cambio de una
parte lenta con toques de jazz a otra que parece salida de alguno de
los primeros discos de Megadeth resulta demasiado forzada y
artificial o también el tema que cierra el disco Exist, de casi
dieciséis minutos de duración y que, a pesar de contar nuevamente
con un solo del señor Gates que pone los pelos de punta, no resulta
todo lo épico y dinámico que debiera.
Pero una cosa está
clara, tanto en unos temas como en otros la banda suena firme y
decidida y todos los componentes aportan lo mejor de sí mismos, se
nota hambre y ganas de acallar a sus detractores. Mención especial
para Brooks Wackerman, nuevo batería desde el año pasado, un tipo
curtido en bandas como Bad Religion, Suicidal Tendencies o Infectious
Grooves que realiza un trabajo magnífico y que sin duda es uno de
los causantes de que la banda suene tan cohesionada, ¿habrán
encontrado al fin a un digno sustituto de The Rev? El tiempo lo dirá,
pero desde luego el trabajo de Brooks en este disco es intachable.
En definitiva
estamos ante un gran álbum, a la altura del lanzamiento homónimo
del 2007 al que si bien le faltan algunos detalles para ser
sobresaliente los encamina en la mejor de las direcciones posibles,
la de volver a ser un grupo con un sonido e identidad propios y esto,
viniendo de una de las bandas que están llamadas a liderar el tan
necesitado relevo generacional en el metal, es algo para celebrar.
Publicado originalmente en la web musical DiabloRock: http://diablorock.com/2016/11/07/11927/
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