Masaccio: Adán y Eva expulsados del Paraíso.

lunes, 12 de diciembre de 2016

HANK




Te conocí
hace 15 años
y cambiaste mi vida
por completo.
Me jodiste
bien jodido.

No es solo la camiseta 
con tu cara,
ni los libros
en la estantería.

Es la ira
el vacío
la pena
la rabia 
la autodestrucción
la locura

y es

el método
la fórmula
la manera
la visión.

Recuerdo un día
hablando con un amigo
por teléfono.
Yo estaba desesperado,
hambriento,
medio loco.
Sin trabajo
sin dinero
sin mujeres
sin esperanza
ninguna.
Encerrado en un cuartucho gris
pendiente de pago.
Escribiendo basura.
Totalmente solo
y a la vez
perseguido.
Cuestionándome mi existencia.
Completamente vencido,
abrumado,
al borde del llanto.

"Bueno"
dijo mi colega
intentando animarme
"¿No andabas siempre diciendo
que querías ser
como Bukowski?
Pues alégrate tronco,
¡lo lograste!"

Tenía razón.
Así era.
Sonreí.

Aquello fue
una piedra en el camino,
un momento de vacilación
y duda.
Hubo más
y habrá más.
Pero ya me habías advertido
que no sería fácil
robar rosas
de las avenidas
de la muerte.

lunes, 7 de noviembre de 2016

CRÍTICA: AVENGED SEVENFOLD - THE STAGE (2016)



En una curiosa estrategia de marketing la banda Californiana ha decidido publicar su séptimo trabajo por sorpresa, sin anunciar fecha de salida meses antes y sin singles de adelanto para crear el tan ansiado hype. De esta forma a mediados de mes teníamos un nuevo tema y vídeo, y a los pocos días ya estaba disponible el disco al completo. Y si el lanzamiento ha pillado por sorpresa a todo el mundo la calidad del mismo sin duda también ha asombrado a muchos.

Es evidente que el fallecimiento en 2009 de Jimmy «The Rev» Sullivan, batería fundador de la banda y uno de sus principales compositores, supuso un mazazo enorme para la banda a nivel personal y compositivo y los situó en un limbo del que parecía que no iban a poder salir. El disco posterior al fallecimiento de The Rev, Nightmare, lanzado en 2010 y que aún contenía composiciones de este resultó un disco inferior a sus trabajos anteriores pero aún tenía buen nivel. No obstante el despropósito llegó en 2013 con el lanzamiento de Hail to the King, un disco en el que deberían haber sacado pecho y demostrar que podían seguir adelante sin su carismático batería y que por contra supuso una enorme decepción tanto para la crítica como para sus seguidores. Si bien era un disco con algunos buenos temas carecía completamente de personalidad propia y más bien parecía un disco de versiones de sus bandas favoritas, un tema sonaba descaradamente a Metallica, otro a Iron Maiden, otro a Megadeth etc... Era tan evidente la falta de ideas que hasta Robb Flynn de Machine Head se hizo eco de ello en unas incendiarias declaraciones en las que los tachaba de plagiadores.

Con ese panorama este nuevo disco se presentaba como un enorme reto para la banda. Por suerte lo que encontramos en los once cortes que componen The Stage es a los mejores Avenged Sevenfold, una banda ambiciosa, técnica y con las ideas claras que vuelve a hacerse dueña de su sonido e identidad. Con la mentalidad de alejarse lo más posible del nefasto disco anterior han optado por sacar su vena más progresiva, con temas más originales y enrevesados, buscando sorprender al oyente mezclando diversos estilos y huyendo de estructuras trilladas. Temas, en definitiva, más trabajados.
Un buen ejemplo de ello lo tenemos en God Damn, uno de los mejores momentos del disco y en el que encontramos de todo: riffs distorsionados y veloces, estribillo relajado, melodías de guitarra armónizadas, dulces acústicas y hasta un solo de guitarra con aires flamencos, y todo ello en poco más de tres minutos y medio. Los fans de la banda van a encontrar todo lo que buscan en este disco, temas furiosos y veloces como Paradigm, con un estupendo solo de guitarra Synyster Gates que se luce como nunca en todo el disco demostrando por qué está considerado uno de los mejores guitarristas de la actualidad, medios tiempos melancólicos como Sunny Disposition, con trompetas incluidas, y baladas marca de la casa como Angels con estupendas líneas vocales de M. Shadows sacando a relucir su lado más melódico. Por contra ese afán por la originalidad y complejidad estilística no siempre les sale del todo bien y el disco también tiene algún momento bajo como Simulation, en el que el cambio de una parte lenta con toques de jazz a otra que parece salida de alguno de los primeros discos de Megadeth resulta demasiado forzada y artificial o también el tema que cierra el disco Exist, de casi dieciséis minutos de duración y que, a pesar de contar nuevamente con un solo del señor Gates que pone los pelos de punta, no resulta todo lo épico y dinámico que debiera.
Pero una cosa está clara, tanto en unos temas como en otros la banda suena firme y decidida y todos los componentes aportan lo mejor de sí mismos, se nota hambre y ganas de acallar a sus detractores. Mención especial para Brooks Wackerman, nuevo batería desde el año pasado, un tipo curtido en bandas como Bad Religion, Suicidal Tendencies o Infectious Grooves que realiza un trabajo magnífico y que sin duda es uno de los causantes de que la banda suene tan cohesionada, ¿habrán encontrado al fin a un digno sustituto de The Rev? El tiempo lo dirá, pero desde luego el trabajo de Brooks en este disco es intachable.


En definitiva estamos ante un gran álbum, a la altura del lanzamiento homónimo del 2007 al que si bien le faltan algunos detalles para ser sobresaliente los encamina en la mejor de las direcciones posibles, la de volver a ser un grupo con un sonido e identidad propios y esto, viniendo de una de las bandas que están llamadas a liderar el tan necesitado relevo generacional en el metal, es algo para celebrar.


Publicado originalmente en la web musical DiabloRock: http://diablorock.com/2016/11/07/11927/

viernes, 7 de octubre de 2016

CRÍTICA: MESHUGGAH - THE VIOLENT SLEEP OF REASON (2016)







Coincidiendo con el 25 aniversario de la publicación de su primer disco los gigantes suecos Meshuggah nos presentan su octava obra The Violent Sleep of Reason, sin duda uno de los discos más esperados del año dentro de la escena metálica extrema y progresiva.

En estos veinticinco años la banda se ha mantenido como una rara avis dentro del panorama musical, con una modesta repercusión mediática pero facturando discos innovadores y experimentales que los han convertido en banda de culto idolatrada en el underground y totalmente respetada dentro del metal. Su sonido y personalidad únicos han influenciado a innumerables bandas hasta el punto de dar a luz un nuevo subgénero dentro del metal, el llamado Djent, que engloba a bandas como Periphery, Tesseract o Vildhjarta que no dudan en nombrar a los suecos como los padres espirituales del estilo.

Así las cosas no es de extrañar la expectación con la que se recibe este nuevo trabajo para ver qué nuevas posibilidades pueden abrir dentro de su personal concepción sonora. El resultado podemos afirmar que no decepcionará a ninguno de sus seguidores. Estamos ante un disco feroz, con un desarrollo técnico asombroso y lleno de rabia que los sitúa un paso por delante de imitadores y discípulos y que despeja totalmente las dudas de aquellos que se sintieron ligeramente decepcionados con su anterior obra Koloss (2012) que, si bien era un disco notable, empezaba a mostrar ligeros signos de repetición y cansancio en las composiciones.

Quizás buscando esa frescura han optado por facturar un disco novedoso, cambiando en varios puntos su método de trabajo respecto a lo que venían haciendo anteriormente. El primer cambio lo apreciamos en los créditos compositivos de los temas. Si bien hasta ahora la responsabilidad compositiva recaía principalmente en los guitarristas de la banda Fredrik Thordendal y Marten Hagstrom, nos encontramos con que este The Violent Sleep of Reason ha sido compuesto casi en su totalidad por el batería Tomas Haake y el bajista Dick Lovgren. Especialmente curioso el caso de este último (bajista de la banda desde 2004) que ha pasado de no tener hasta ahora crédito compositivo en ningunos de los temas de la banda a firmar 6 de los 10 cortes del disco junto a Haake. Esto da como resultado un disco muy enfocado a su aspecto rítmico, con un groove demencial y endiablado durante todo su recorrido y muy especialmente en los temas Clockworks, MonstroCity y The Violent Sleep of Reasons. El trabajo de Tomas Haake a la batería es totalmente asombroso y la escucha de cualquier tema del disco deja claro por qué está considerado uno de los mejores baterías de la actualidad. La entrada en el plano compositivo de Lovgren hace que el bajo esté también más presente y los riffs monolíticos que veíamos en temas del anterior disco como Demiurge o I am Colossus han sido sustituidos por lineas más serpenteantes y jazzisticas fruto sin duda de Lovgren. Las guitarras aunque no tan determinantes siguen cumpliendo de sobra su función, tanto los inquietantes y monstruosos riffs de Hagstrom como los caóticos solos de Thordendal siguen estando presentes y campan a sus anchas pero como decimos ya no son tan determinantes.

La otra gran novedad desde el plano de producción viene del método de grabación ya que la banda afirma que el disco ha sido grabado en vivo, con todos los miembros de la banda juntos en el estudio, algo que no hacían desde su primer disco. Pretendían así conseguir un sonido más orgánico, directo y honesto, y vaya si lo han conseguido. El disco suena justo así, directo e imponente, seguro, amenazador, tenso, violento.

Meshuggah nunca han sido de dar facilidades al oyente en ningún aspecto y en este disco sin duda siguen esa tendencia y se podría decir que incluso la exageran haciendo que sea un disco menos accesible que los dos anteriores y acercándose más a las vías que habían abierto con Catch 33 (2005) y el EP I (2004), que huye totalmente de lo predecible y en el que la complejidad de algunos pasajes requerirá de toda nuestra atención. Un disco de los de revisar y estudiar, realizado por músicos de alto nivel y que se disfruta escuchado con calma para desentrañar todas sus capas. Una obra que funciona como una unidad y en la que no sacarás singles facilones para cabecear o amenizar las fiestas, esto es un viaje oscuro y violento.


Los que nunca hayan pillado el punto a esta banda difícilmente cambiarán de parecer con este disco más allá de asombrarse de la pericia técnica de sus componentes, por contra los fieles y estudiosos disfrutarán como nunca de uno de los trabajos más sólidos que nos han ofrecido los suecos en estos 25 años siempre a la vanguardia, siempre un paso por delante.






Publicado originalmente en la web musical DiabloRock:

sábado, 23 de julio de 2016

HORA DE AVENTURAS






Indianápolis, Indiana. 26 de Octubre de 1965.


John, de trece años, observa como su amigo Greg, el menor de los hermanos Baker, surge de uno de los extremos de la enorme y oxidada tubería que han encontrado tirada en mitad del campo. «Y así es como entraba en el castillo, detrás de los guardias, y luego ¡zas! ¡zas!» Greg da golpes al aire con su palo. John deja de mirarle y dirige su vista hacia el cielo. Ve un par de gorriones pasando velozmente de un árbol a otro. Baja la cabeza y escupe, se levanta y da un par de golpes en el suelo con su palo. «Oye Greg, esto es un rollo, vámonos ya de aquí.» «Vale.» Greg da una patada a la tubería y camina hasta donde está John, luego ambos continúan la marcha. Atraviesan el riachuelo y pasan por detrás de la granja de los Vonnegut hasta llegar a la carretera de tierra, allí un pequeño montículo llama su atención y deciden acercarse para inspeccionarlo más de cerca.
«¡Oh vaya, mira eso!» exclama John.
Greg observa con la boca ligeramente abierta. A sus pies se extiende el cadáver de un perro arrollado. El cuerpo, partido en dos, se extiende a lo largo de varios metros. Ambos observan la mitad superior, más cercana a su posición. Tras unos segundos John camina siguiendo el rastro de las vísceras hasta la mitad inferior del cuerpo. Greg continúa observando la mitad superior fascinado por la mueca de terror que aún se observa en el cráneo del animal. John vuelve a la carrera y se sitúa de nuevo junto a Greg.
«Está destrozado, ¿eh?», le dice. «Sí», contesta Greg.
John acerca su palo y lo introduce por el ojo del cadáver haciéndolo reventar. Al retirar el palo la punta está cubierta de un líquido marrón.
«¡Qué asco!» dice Greg.
«Ya», contesta John dando un par de golpes con el palo a la cabeza del perro. Luego da un par de pasos y vuelve a introducir el palo, esta vez por la parte segada, revolviendo entre las vísceras. Intenta enrollar en el palo lo que parece parte de un intestino. Finalmente lo consigue y levanta el palo con la víscera enrollada. Se aproxima con ello a Greg y se lo pone frente a la cara, este da un gran salto hacia atrás.
«¡Quítame eso de la cara!»
«¿Qué pasa, no te gusta?» John vuelve a aproximarse, Greg se aleja.
«¡Qué asco! ¡No me acerques eso!»
«¡Jajajaja! ¿no tienes hambre Greg?»
«Te lo digo en serio.»
«Jajajaja. Vale. Tranquilo.»
Ambos continúan observando el cadáver durante un rato. Greg también le da un par de golpes con su palo. De repente John levanta su palo, el que tiene la víscera enrollada, y dice: «Oye, ¿y si le damos esto a Sylvia?» «¿A Sylvia? ¿Para qué?» contesta Greg. «Para ver si se lo come.» «¿Tú crees que se lo comerá?» «No sé, siempre dice que tiene hambre.» «Bueno, vamos.» John y Greg se ponen en camino, esta vez caminan más aprisa que antes.
No se habían alejado demasiado y en algo menos de quince minutos divisan la casa de John a lo lejos dibujándose junto a los árboles. Se dirigen directamente a la parte de atrás, abren la verja y atraviesan el jardín hasta llegar a la puerta del sótano. Abren la puerta y descienden por las escaleras. Aún llega bastante luz del exterior así que no consideran necesario encender la bombilla.
El cuerpo de Sylvia está ahí, como siempre, desnudo y atado a uno de los postes. Su pálida piel está cubierta de cortes y quemaduras, además de diversas manchas de sangre reseca y suciedad. John y Greg se acercan a ella. Sylvia parece dormir, tiene la cabeza ladeada hacia un lado y su pelo impide verle el rostro. Cuando están a su altura se percatan del mal olor y apartan sus caras con una mueca de asco.
«Jo, qué mal huele», dice Greg. «Sí, huele muy mal», contesta John, luego apunta con su dedo y dice: «¡Mira, es que se ha cagado!» «¡Qué guarra!», contesta Greg.
John acerca el palo con la víscera enrollada hasta el rostro de Sylvia, lo coloca junto a su boca. «Mira Sylvia, comida», susurra. La chica no reacciona. John acerca el palo un poco más. Nada. Otro poco más, a la expectativa. «Syyylvia, comiiiida...». Nada. Finalmente pasa la víscera por la boca de Sylvia, la restriega contra los labios de la niña, esta sigue sin reaccionar. «¿Qué pasa? ¿Está dormida?» pregunta Greg. «Sí... No sé», contesta John. «Ahora verás.»
John deja el palo a un lado y saca el paquete de cerillas que tiene en el bolsillo trasero del pantalón. Enciende una y la acerca hasta uno de los muslos de Sylvia. Se oye un chisporroteo. Un olor a carne y pelo quemados comienzan a inundar el aire. La chica no emite ningún sonido. La piel comienza a burbujear. John se ve obligado a tirar la cerilla antes de quemarse los dedos. «¿Qué pasa John?», pregunta Greg intranquilo. «No lo sé... Voy a avisar a mamá».
John sube corriendo las escaleras y sale del sótano. Bordea la casa y entra por la puerta principal. «¡Mamá! ¡Mamá!», exclama. Se dirige al salón. Gertrude está sentada en un desvencijado sillón marrón fumando un cigarrillo, un fino hilo de humo envuelve su delgado cuerpo. John se acerca a ella. «¡Mamá! ¡Mamá!» «Por Dios John, no grites. Me duele la cabeza», dice Gertrude acariciándose la frente. «Mamá, Sylvia no se mueve.» «Estará durmiendo.» «No mamá, la he quemado y no hace nada.» Gertrude da una calada al cigarrillo y observa la pared ante ella. Coge el vaso de cristal de la mesa y se bebe su contenido de un trago. Se levanta del sofá. «¡Maldita puta desagradecida!», exclama mientras apaga con violencia el cigarrillo. Sale de la casa con paso firme y se dirige hacia el sótano, John la sigue. Descienden las escaleras. Gertrude se acerca a Sylvia: «A ver, ¡despierta niña!» La zarandea del pelo. Sylvia no reacciona. Gertrude le da un par de sonoras bofetadas. «¡Venga, despierta pequeña zorra!» Le da otra bofetada con más violencia. Greg se asusta con el sonido del golpe.
Gertrude observa a Sylvia. Aparta el pelo de su rostro. Le levanta los párpados y observa sus ojos. Suspira y se coloca la mano sobre la frente, dándose un masaje en las sienes. «John, vete a buscar a tu hermano», dice. «¿Dónde está?» Pregunta John. «¡No sé dónde esta! ¡Búscalo!» grita Gertrude. «Voy mamá.» Jonh sale a la carrera. Greg lo sigue. Gertrude se masajea la frente con movimientos circulares.


El agente Montgomery se acerca a la ventana mientras exhala el humo de su octavo cigarrillo de la mañana. Deja que el sol se pose en su rostro y observa el exterior. Ve un par de gorriones pasando velozmente de un árbol a otro. El inspector Letterman se sirve otro café, derrama parte del contenido de la jarra al hacerlo mientras exclama: «¡Joder! ¡Es que de verdad no lo entiendo! ¿Cuánta gente había pasado por allí? ¿A nadie se le ocurrió decir nada? ¡¿Por qué siempre tenemos que ser la última mierda en enterarse?! ¡Maldita sea!» «Tranquilizate Wes. Estás asustando al chaval», le indica el agente Montgomery.
John tiembla sentado en la fría silla. No sabe lo que va a pasar. Se agarra los pulgares y mordisquea su labio inferior. Quiere irse a casa.

El agente Montgomery arroja el cigarrillo por la ventana y gira sobre sus talones. Comienza a caminar. Bordea a Letterman, que en esos momentos limpia los restos de café de la mesa, y se acerca hasta John. El niño no le devuelve la mirada. Montgomery flexiona sus rodillas y pone su cara a la altura de la del chico. Este lo mira al fin. «Tenías miedo de tu madre, ¿verdad? Ella te dijo que os haría algo malo si lo contabais», pregunta con voz suave Montgomery. «No señor», contesta John asustado. «¿Entonces? ¿Por qué no dijiste nada a la policía?» «No... No sé señor...» «¿No te dabas cuenta de que le estabais haciendo algo malo a esa chica?» «Yo... Yo... Solo.. Solo estábamos jugando...», contesta John mientras baja la mirada de nuevo.


  
Relato breve escrito como colaboración para Vinalia Trippers Nº15 Healter Skelter. Número especial en el que más de 60 autores dan su visión sobre los asesinos en serie, psicópatas, políticos y demás fauna similar. Puedes informarte sobre cómo conseguir un ejemplar siguiendo este enlace:

Encontrarás una retrospectiva sobre los 20 años de Vinalia Trippers en este enlace: