La formación
de culto de Black/Death Progresivo y vanguardista Akercocke regresa
con un nuevo y flamante disco tras un silencio de una década, tiempo
en el que ha pasado de todo, disolución de la banda, proyectos
paralelos y regreso. ¿Ha merecido la pena tan larga espera? Ahora
mismo te lo contamos.
Los
fanáticos de la banda que se hayan visto abrumados por tan largo
parón están de suerte ya que este Renaissance
in Extremis que
traen bajo el brazo
cumple
de sobra con las expectativas y el legado de la banda de Jason
Mendonca. Nos encontramos ante un disco inspirado y cuidado, plagado
de detalles y cambios sorprendentes, ideal para paladear con calma y
atención de principio a fin.
El
viaje comienza con Disappear,
un
tema de siete minutos de duración que se abre con un afilado dibujo
de guitarra y la atronadora batería de David Grey dándonos la
bienvenida, un breve silencio para encajar un veloz solo de guitarra
con sabor a Yngwie
Malmsteen y
vuelta a la destrucción con un potente riff grave de reminiscencias
thrash que da entrada al registro más gutural y diabólico de
Mendonca a la voz. Este primer golpe te deja aturdido, y cuando
recuperas la compostura y comienzas a cabecear como loco te
descolocan de nuevo con un interludio suave, de voces melódicas y
guitarras limpias, y tan solo llevamos tres minutos de tema...
Esta será la tónica durante la totalidad de los nueve cortes
que conforman el álbum, temas complejos y dinámicos plagados de
cambios de ritmo y atmósferas, con espacio para el lucimiento de
todos los miembros de la banda, todos ellos músicos de amplia
experiencia y trayectoria que se reúnen para hacer aquello que mejor
saben hacer.
Entre
los puntos álgidos podríamos destacar First
to Leave the Funeral, un
tema oscuro e inquietante que nos brinda los momentos más potentes y
diabólicos del disco y que sin duda hará las delicias de los
admiradores de los sonidos más extremos. También destaca Familiar
Ghosts, un
tema que arranca con el sonido del mar y las gaviotas junto a un
melancólico arpegio de guitarra. Aquí Sam Loynes, siempre comedido
a los teclados, se suelta un poco más para crear la atmósfera
adecuada a lo largo de todo el tema con sus teclados y samplers, un
tema sobresaliente que gravita entre la tristeza y la inquietud.
Mendonca, que está pletórico durante todo el disco, da otra clase
aquí tirando de todos sus recursos a la voz, desde los más
melódicos hasta los más malignos. Por supuesto también hay que
mencionar el tema que cierra el disco A
Particularly Cold September, una
delicia de más de nueve minutos que como imaginarás por lo
comentado hasta aquí te lleva de los pasajes más calmados y
melancólicos hasta las profundidades del averno zarandeándote por
el camino como a un vulgar pelele. El inicio del mismo es fabuloso,
con voces y guitarras limpias y un pasaje con saxo que los acerca a
terrenos del ambient jazz, por supuesto todo va degenerando hasta
desembocar en un furioso tramo de old school thrash y voces guturales
para regresar luego a la calma y dejarnos con unos de los mejores y
más sentidos solos de guitarra del disco que nos acompañará ya
hasta el fundido a negro.
En el apartado letrístico la banda, conocida por su afición
por la imaginería satánica y oculta, esta vez ahonda más en la
oscuridad del alma con textos más terrenales que versan sobre la
angustia, la desesperación, el tiempo y la superación personal.
No me ha convencido del todo la producción, yo habría apostado
por un tipo de mezcla más actual, pero eso ya entra dentro del
terreno de los gustos personales.
Finalmente
Akercocke han vuelto, lo hacen por la puerta grande con un disco de
alta calidad y apuesto a que ningún seguidor quedará decepcionado
con su regreso y también que cosecharan un buen puñado de nuevos
fieles con esta obra.
En definitiva: buena mierda para paladares exigentes.
Texto publicado originalmente en la web musical DiabloRock: http://diablorock.com/2017/08/30/critica-akercocke-renaissance-in-extremis-2017/
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