Masaccio: Adán y Eva expulsados del Paraíso.

lunes, 25 de febrero de 2019

DIEZ GEMAS OCULTAS EN LA DISCOGRAFÍA DE MEGADETH






Se podría decir que la veterana y legendaria banda Megadeth se encuentra en un momento bastante dulce. Tras una larguísima trayectoria de 35 años, no exenta de varios altibajos, la visión de Dave Mustaine cuenta con una de sus encarnaciones más sólidas hasta la fecha: el guitarrista Kiko Loureiro, poseedor de un estilo pulcro y virtuoso a la par que exótico. El batería Dirk Verbeuren, metrónomo andante y experto en blast beats. Y Dave Ellefson al bajo, el fiel escudero, el tipo que más tiempo ha acompañado al siempre complicado Mustaine, y que parece ya inamovible en su puesto tras pasar también por una época oscura, de enemistad y pleitos, que lo tuvieron alejado de la banda durante ocho años.
Se espera que esta formación publique en 2019 un nuevo disco, continuación del aclamado Dystopia de 2016. Será el dieciseisavo trabajo de la banda, y Dave Mustaine ya ha dejado caer un par de veces que tiene posibilidades de ser el disco con el que ponga fin a la exitosa carrera de Megadeth. El tiempo dirá si es así o no, por lo pronto se prevé un grandes éxitos con material remasterizado escogido por el propio Mustaine, que llevará por título Warheads on Foreheads y que aterrizará en las tiendas en marzo.
Más allá de las opiniones encontradas que siempre ha generado la banda, y en especial su líder, es innegable que Megadeth es una de las formaciones más importantes e influyentes en la historia del metal. Y aunque no es la primera vez que parecemos estar ante el fin de la misma (lo comentamos más adelante), está claro que el temido día en que cuelguen los instrumentos definitivamente se acerca de forma irremediable (sin ir más lejos sus compañeros del Big 4, Slayer, se encuentran en estos momentos realizando una exitosa gira de despedida). Por ello, y para celebrar el legado de la banda, hemos realizado este especial, en el que enumeraremos las etapas y anécdotas más importantes en la historia de la formación tomando como base un puñado de temas inusuales, de esos que no suelen aparecer en las listas ni suelen tocar en directo y que, a buen seguro, tampoco entrarán en el próximo recopilatorio de grandes éxitos.



1. ASHES IN YOUR MOUTH
(Ellefson, Friedman, Menza, Mustaine)
Countdown to Extinction. 1992.

A comienzos de la década de los 90 Megadeth se encontraban en la cima de su popularidad. Con una de las formaciones más alabadas en la historia de la banda, y habiendo entregado uno de los discos claves en la historia del thrash metal como fue Rust in Peace (1990).
El propio género que habían ayudado a crear y encumbrar, el thrash metal, se encontraba también en un momento clave, tratando de reinventarse, añadiendo elementos más melódicos y progresivos a la mezcla para intentar huir del estancamiento de la formula. Los reyes del género, Metallica, habían entregado un año antes un trabajo que premeditadamente bajaba la velocidad y complejidad de la mezcla, el aclamado disco negro, con temas más pesados y de estructuras más sencillas, donde primaba el groove sobre la velocidad alocada asociada al thrash.
Countdown to Extinction era la apuesta de Megadeth ante este panorama de cambios en la escena. Tras el trallazo sin descanso que supuso Rust in Peace observamos una tendencia a esquemas más sencillos, riffs más pesados y contundentes y estructuras más accesibles en temas como Sweating Bullets o Symphony of Destruction (tema que quedaría para la posteridad como himno de la banda). Daban paso a su vez a ideas más melódicas y comerciales, reflejadas en Foreclosure of a Dream o el tema que da título al álbum. Y también quedaban algunos restos del viejo y agresivo thrash en temas como High Speed Dirt, pero como decimos ya solo de forma residual. Esto se aprecia perfectamente en el tema que nos ocupa, con intrincados riffs de thrash marca Mustaine, pero adornados esta vez con toques más progresivos, que dan como resultado un tema sobresaliente, lleno de fantásticas dinámicas y con toda la banda en un auténtico estado de gracia. De esta forma cerraban un disco aclamado por público y crítica, que cosechó también enormes ventas.
Por desgracia, una vez alcanzada la cima, ya solo quedaba el duro camino cuesta abajo. En los años venideros el thrash metal sufriría un tremendo varapalo en popularidad y credibilidad, siendo eclipsado por nuevos sonidos, como el grunge y el nu metal, comenzando así un largo periodo en el que los grandes nombres del género se las tendrían que apañar como pudiesen para mantenerse a un cierto nivel de relevancia. Había comenzado la época oscura del thrash.



2. USE THE MAN
(Mustaine, Friedman)
Cryptic Writings. 1997.


Principios y mediados de los 90 fue sin duda la época del grunge. Grupos como Nirvana, Soundgarden o Pearl Jam habían supuesto todo un terremoto en la escena musical, y habían dado el golpe de gracia al metal en general y al thrash en particular. ¿Qué podían hacer los grandes del género para seguir siendo relevantes? Sin duda renunciar a su marca e intentar reinventarse.
Como ya hemos comentado Megadeth optaron, como muchos otros, por bajar las revoluciones y añadir elementos nuevos en Countdown to Extinction y, sobre todo, en su siguiente trabajo, Youthanasia (1994). Pero esto era insuficiente de cara al nuevo panorama reinante en la industria, y por ello llevaron su cambio un poco más allá con su disco Cryptic Writings (1997). Aquí apreciamos también un intento de adaptarse a los nuevos sonidos imperantes, con estribillos y arreglos mucho más ligeros y comerciales, y una clara influencia de bandas como los mencionados Soundgarden o Alice in Chains.
El disco cosechó buenas críticas y unas ventas todavía envidiables. Sin duda se trataba de un trabajo meditado y muy bien realizado, con bastante coherencia interna. Y aunque conservaba cierta furia metálica en temas como She-Wolf, FFF o The Disintegrators, también añadía sonidos, arreglos y estructuras nunca vistos en Megadeth, como apreciamos en las descaradamente comerciales I'll get Even, Almost Honest o Have cool, Will travel (¿armónicas en Megadeth?). Temas como estos sin duda harían torcer el gesto a los viejos fanáticos del thrash, pero no importaba porque, en realidad, tampoco parecía que quedasen muchos por ahí.
A pesar de las claras concesiones a la comercialidad en los temas mencionados, destinados sin reparo a reclutar nuevos oyentes dentro de las huestes del grunge, en el disco encontramos también un buen puñado de temazos muy bien compuestos, en los que la identidad de Megadeth se mantenía y a la vez se expandía hacia nuevos terrenos musicales, así ocurría en Trust, A Secret Place o la emotiva Use the Man, que cuenta con uno de los mejores textos de Mustaine, que ahonda en las adicciones y las oportunidades perdidas.
Con este trabajo Megadeth se apuntaron un tanto en un momento complejo, consiguiendo reinventarse de forma satisfactoria, dando lugar a un estupendo disco, variado y disfrutable, que aún hoy es señalado dentro de las grandes obras de Megadeth y que no parecía presagiar los descalabros que vendrían poco después.





3. I'LL BE THERE
(Mustaine, Friedman, Prager)
Risk. 1999.

Como la jugada les había salido bien en Cryptic Writings, Mustaine y sus chicos (entre los que ya no se encontraba Nick Menza, primera baja de la legendaria formación de los 90), decidieron forzar la máquina, reinventándose otra vez y apostando muy fuerte por la comercialidad y los nuevos sonidos imperantes. Por desgracia esta vez la jugada no les salió tan bien. El grunge y el nu metal habían revolucionado tanto el panorama metálico que cosas como los complejos y veloces solos de guitarra o los dobles bombos atronadores se veían como algo caduco, o directamente como motivo de mofa entre los aficionados. Por tanto no encontramos ninguno de esos viejos elementos aquí. En cambio sí encontramos temas mucho más ligeros y comerciales. Para dar forma al nuevo disco Mustaine se apoyó totalmente en su compañero Marty Friedman, que le aconsejó huir lo máximo posible del thash metal y añadir elementos más poperos e incluso ligeros toques electrónicos a su sonido.
Mustaine corrió un gran riesgo con este trabajo, y era lo que pretendía, cabreado con unas declaraciones de su antiguo compañero Lars Ulrich que dejaba caer que grupos como Megadeth no corrían suficientes riesgos con su música. Por desgracia arriesgarse no siempre significa ganar y el resultado, aunque tiene algunos momentos destacables, fue un gran fiasco tanto de crítica como de público. Comenzando por una portada horrorosa (que fue sustituida años más tarde por otra algo más elaborada) y un Dave Mustaine totalmente perdido en sonoridades muy ajenas al espíritu de la banda, solo podemos calificar Risk como un disco totalmente fallido, con una incómoda sensación de quiero y no puedo presente durante la totalidad de un álbum irregular y errático que solo debe ser considerado como una curiosidad dentro de su catálogo.
Pero este trabajo solo era el comienzo de la caída libre de Megadeth, porque aún podían caer bastante más.




4. COMING HOME
(Mustaine)
The World Needs a Hero (Bonus Track Ed. Japonesa). 2001.

La mala respuesta que obtuvo Risk a todos los niveles creó diversas tensiones artísticas dentro de la banda. Como ya hemos comentado Marty Friedman era uno de los que opinaban que Megadeth debían abrirse a nuevos horizontes y abandonar el thrash lo máximo posible, pero vistas las malas críticas y tibia respuesta a su anterior trabajo, Mustaine creía que debían dar un giro completo al timón y volver sobre sus pasos. Esta división de opiniones desembocó en la partida de Friedman de la banda tras nueve años en el puesto de guitarra solista. Huiría rumbo a Japón, donde acabaría labrándose una reputada carrera como solista, presentador de televisión y guitar hero en general.
Por su parte Mustaine grabó a fuego en su mente el lema aquel de: «si quieres algo bien hecho hazlo tú mismo», y decidió componer y producir en solitario el que sería el siguiente trabajo de Megadeth, titulado The World Needs a Hero.
Tanto el título como la portada del disco, en la que se veía de nuevo a la mascota de la banda, Vic Rattlehead, emergiendo triunfal de las entrañas de Mustaine, eran toda una declaración de intenciones: Mustaine se proponía volver al metal y reclamar su puesto entre los grandes. Por desgracia la música elaborada para ese triunfal regreso no estaba a la altura.
Sería injusto decir que The World Needs a Hero es un mal disco, no lo es, pero desde luego tampoco es memorable. Se aprecia un esfuerzo por volver a terrenos metálicos, con una producción más cruda y sencilla y con composiciones más afiladas y agresivas. El problema es que la inspiración no acompañaba y los temas, aunque buenos, pasaban totalmente desapercibidos para el oyente. El tema Return to Hangar resume a la perfección los males del disco. Planeado como la segunda parte de uno de los temas más míticos de Rust in Peace, nos encontramos con que el resultado por contra distaba mucho de aquel, con riffs bastante menos memorables y un Al Pitrelli que, aunque correcto, estaba muy lejos de la genialidad de Friedman. Y así pasaba con todo el disco, buenas intenciones pero poca materialización.
La crítica no terminó de creerse lo de la «vuelta a las raíces», y las ventas tampoco acompañaron mucho en un panorama bastante poco apto para el metal en general, por lo que Megadeth, lejos de recuperar ningún podio, fue relegada a banda de segunda línea. Mustaine, aunque decepcionado, se mostraba con esperanzas puestas en el futuro, asegurando haber encauzado el rumbo de Megadeth. Poco podía sospechar que el final estaba cerca y que, tan solo unos meses más tarde, la banda ya no existiría.




5. GOOD MOURNING/BLACK FRIDAY
(Mustaine)
Peace Sells... but Who's Buying? 1986.


Mustaine siempre ha sido un tipo difícil, y tanto su carrera como incluso su vida han pendido varias veces de un hilo. Por todos es sabido que su expulsión de Metallica fue debida al carácter violento y los problemas de alcoholismo que siempre han acompañado a Dave. Una vez ya en Megadeth se metió de lleno en la heroína, llegando a tener momentos bajísimos, como durante el rodaje del videoclip No More Mr.Nice Guy, en el que se tuvieron que repetir decenas de tomas y hacer magia en la sala de montaje, ya que durante el rodaje el bueno de Dave estaba tan puesto que no era capaz de coordinar las manos con la boca. Sus diversas adicciones le han llevado a estar más de quince veces ingresado en centros de rehabilitación, a estar varias veces a las puertas de la muerte por sobredosis y, finalmente, a abrazar el cristianismo. La carrera de Dave Mustaine, y por consiguiente de Megadeth, ha podido acabar muchas veces y de muy diversas y trágicas formas, pero cuando finalmente pasó no fue por un violento altercado o por una terrible sobredosis, fue por quedarse dormido en una silla. Sí amigos, la vida es sorprendente.
En el año 2002 Mustaine estaba recluido en un centro de Hunt, Texas, para tratar su adicción a los analgésicos. Se encontraba cansado y decidió echarse una cabezadita de media hora en una silla. Cuando se despertó comprobó que había perdido la movilidad del brazo izquierdo. Al principio se lo tomó con humor, se le había dormido el brazo, sin más. Pero empezó a angustiarse de verdad cuando, pasados varios minutos, la movilidad no volvía al brazo. Fue corriendo al médico que le esclareció lo ocurrido: resulta que se había dormido en una posición muy peculiar que había dañado irremediablemente los nervios de su mano, necesitaría de meses de dura rehabilitación para recuperar algo de movilidad, y no era seguro que pudiese volver a tocar la guitarra nunca más.
El mazazo fue terrible, y una vez recuperado del shock la primera decisión, una de las más duras de su vida, fue evidente: Megadeth había llegado a su fin. Así se anunció en rueda de prensa poco después.
Recuerdo enterarme del fin de Megadeth por una de las revistas musicales de la época, a través de un pequeño recuadro en la sección de noticias. No hubo grandes despliegues, ni despedidas ni homenajes. Tras varios fiascos seguidos Megadeth se encontraba en esos momentos en un nivel de popularidad bajísimo, y su disolución definitiva solo parecía el paso lógico tras años de deriva. Nadie pareció especialmente sorprendido o preocupado por el fin de una banda cuyos años de gloría habían quedado ya bastante atrás. Ahora solo quedaba poner el punto final y disfrutar de su legado.
O quizás no...



6. BACK IN THE DAY
(Mustaine)
The System Has Failed. 2004.


Mustaine no solo es un tipo con una personalidad adictiva, también es bastante cabezón, por lo que no se dio por vencido y, tras mucha rehabilitación, consiguió superar el problema en su mano y volver a tocar la guitarra en tiempo record, algo que sorprendió a sus incrédulos médicos.
Con Megadeth enterrados Dave se propuso comenzar una carrera en solitario. Compuso un buen puñado de temas y contrató a un grupo de músicos de sesión para grabarlos. El problema a la hora de editarlos fue que por obligaciones contractuales aún debía un disco a la compañía bajo la firma de Megadeth, así que aquel disco que iba a ser el debut de Dave Mustaine en solitario se transformó en el décimo disco de Megadeth, titulado The System Has Failed.
Ya desde su primer corte, titulado Blackmail the Universe, podíamos comprobar con entusiasmo y cierta sorpresa que Mustaine había recuperado su mojo. Ya solo este tema estaba a un nivel bastante superior a todo lo editado por la banda desde hacía años, y el resto del disco sorprendentemente estaba a la altura.
Con una formación de ensueño, que incluía al enorme batería Vinnie Colaiuta, el bajista Jimmie Lee Sloas (por primera vez desde su formación un disco de Megadeth no contaba con la labor de Dave Ellefson) y el regreso en la guitarra solista de Chris Poland, viejo conocido de los primeros discos de la banda. Contando con una producción fabulosa y, por fin, una serie de temas inspirados y coherentes, podemos considerar The System Has Failed como el verdadero resurgir de Megadeth en todos los sentidos. Había auténticos trallazos, como el tema mencionado o Kick the Chair, medios tiempos repletos de riffs inspirados en The Scorpion o My Kingdom, textos de corte político (The System Has Failed) y autobiográfico (Of Mice and Man, Back in the Day) y, sobre todo, la esencia y el sabor de los mejores Megadeth planeando por el que podría decirse, con permiso de Cryptic, que era el mejor lanzamiento de la banda desde Youthanasia. Megadeth habían regresado por la puerta grande.


7. BURNT ICE

(Mustaine)

United Abominations. 2007.


Las críticas a The System Has Failed fueron fabulosas. Y las ventas, aunque alejadas de los días de mayor gloria, tampoco se quedaron atrás. El panorama musical también era propicio, la gente volvía a tener hambre de metal, la ola de metal escandinavo pegaba con fuerza y toda una nueva generación de jóvenes volvían a enorgullecerse de lucir camisetas de bandas metálicas como Children of Bodom, Nightwish o Arch Enemy. Uno de los sellos discográficos más importantes para este resurgimiento del metal fue Roadrunner, con quienes Mustaine firmó para publicar sus siguientes trabajos. Renunciando a la idea de una carrera en solitario, algo absurdo ya que Dave es Megadeth y Megadeth es Dave, el bueno de Mustaine reclutó a los hermanos Drover y rehízo la formación de la banda con vistas a la estabilidad futura.
Su debut para Roadrunner siguió la estela de inspiración abierta por The System Has Failed: otro buen puñado de temas metálicos y furiosos, producidos enérgicamente por Andy Sneap, con baterías y guitarras atronadoras y solos por todas partes. Contaba también con una pequeña concesión a la comercialidad, regrabando su mítica balada A Tout le Monde junto a una de las estrellas del metal emergentes, Cristina Scabbia de Lacuna Coil. Un movimiento innecesario pero comprensible para llamar la atención de las nuevas generaciones de oyentes.
United Abominations tuvo una muy buena respuesta tanto de crítica como de público. Megadeth estaban imparables y reclamaban su puesto en la escena. Se avecinaba algo gordo.



8. 1320
(Mustaine)
Endgame. 2009.


La banda sufrió un pequeño varapalo cuando el guitarrista Glen Drover decidió abandonar la formación para pasar más tiempo con su familia. Dave contrató a Chris Broderick para cubrir el puesto, todo un virtuoso en alza que maravillaba a las publicaciones de guitarra con sus piruetas sobre el mástil. Con este nuevo recluta se metió en el estudio de grabación, en el que le esperaba nuevamente Andy Sneap a los mandos, para dar forma al que sería unos de los discos más celebrados de la banda.
Endgame se publicó en Septiembre de 2009, y desde su mismo lanzamiento se encumbró al puesto de clásico. Por fin se alineaba todo, el disco perfecto en el momento perfecto. La crítica puso por las nubes esta muestra de fuerza y oficio sin fisuras. Era el disco de Megadeth que todo el mundo quería: 45 minutos de puro metal sin descanso, plagados de virtuosismo, con puñados de riffs y solos sobresalientes. Once temas redondos e inspirados, sin ningún relleno, que mostraban la mejor cara de la banda y que poseían una potencia que ya nadie se esperaba a estas alturas.
Endgame descansa plácidamente en lo alto del podio entre los grandes discos de Megadeth, junto a Rust in Peace, Countdown o Peace Sells. Pero como ya habrás comprobado por lo que llevamos de texto la historia de Megadeth es la historia de los altibajos, y si con este disco alcanzaron el pináculo de su «segunda etapa» estaba claro que lo que vendría a continuación sería nuevamente la cuesta abajo.


9. THE BLACKEST CROW
(Mustaine)
Super Collider. 2013.


Dicen que el trece es un número desafortunado. En el caso de Megadeth así fue con respecto a su treceavo trabajo discográfico. Mustaine no estaba contento con la gestión de Roadrunner, opinaba que Endgame no había recibido el suficiente apoyo y la promoción que merecía su calidad y que podría haber llegado más alto. Esa sospecha hizo que quisiese dejar la compañía, pero nuevamente estaba atado a un contrato que exigía un nuevo disco de Megadeth antes de poder abandonarlos. Intentando quitarse responsabilidades cuanto antes Mustaine les entregó Thirteen (2011), un disco que, aunque tiene sus momentos, es un trabajo hecho con prisas y desgana, destinado únicamente a cerrar el contrato, y eso se nota. Para empezar la mayoría de los temas ni siquiera eran totalmente inéditos, sino que habían aparecido ya en diversas bandas sonoras y habían sido regrabados para la ocasión, y los temas verdaderamente nuevos resultaban muy poco inspirados. En resumen se trata de un trabajo menor, correcto pero a años luz de Endgame, del que no obstante podemos destacar que significó el regreso del miembro fundador Ellefson al bajo, tras haber enterrado el hacha de guerra con Mustaine.
Tras el típico periodo en la carretera, que incluyó una serie de shows especiales celebrando el aniversario de Countdown to Extinction, la banda entró nuevamente en el estudio. Su nuevo disco, titulado Super Collider (2013), era esperado con bastantes ganas, Mustaine se había mostrado entusiasmado con las nuevas composiciones y prometía algo diferente y demoledor. Cuando finalmente se editó el disco debutó muy bien en las listas, alcanzando el mejor puesto de la banda desde la época de Youthanasia, lo que confirmaba las ganas del público por nueva música, pero una vez escuchado la crítica lo vapuleó, y el público en líneas generales también se mostró bastante decepcionado. El problema es que todo el mundo esperaba con ansias una continuación de Endgame y Mustaine, por contra, había tirado por un camino completamente distinto. Personalmente creo que Super Collider es un buen disco que ha sido injustamente apaleado. Al igual que sucedió con Risk e incluso, en menor medida, con Cryptic Writings, lo que Dave pretendía era ofrecer algo fresco y novedoso, pero se encontró con la reticencia de un público que demandaba algo más tradicional al espíritu de la banda. Si se escucha el disco con una mentalidad abierta nos encontramos con una sólida colección de temas, no exentos muchos de ellos de bastante filo. Seguía habiendo metal (Kingmaker, Burnt!, Build for War, Dance in the Rain). Pero también teníamos cortes más comerciales (Super Collider, Forget to Remember) y atmósferas completamente nuevas en Megadeth, como el tema de aires sureños The Blackest Crow o A House Divided, bonus track de la edición especial, que cuenta con unos estupendos arreglos de viento de sabor mejicano nunca escuchados en Megadeth que dan al tema un carácter muy especial. Algunos de estos cortes harían torcer mucho el gesto de los aficionados al metal, y con razón, pero siendo objetivos podemos decir que se trata de buenas composiciones, muy disfrutables si nos alejamos de ideas preconcebidas.
En cualquier caso Super Collider supuso un fracaso total de crítica y público, y provocó la partida de Chris Broderick y Shawn Drover por diferencias creativas. Otra vez Dave se encontraba medio solo y con el entorno totalmente en contra, ¿podría levantarse nuevamente?


10. THE SKULL BENEATH THE SKIN
(Mustaine)
Killing Is My Business... and Business Is Good! 1985.


Dave se mostró bastante decepcionado con la respuesta dada a Super Collider, pero aceptó la situación y se dijo que si la gente lo que quería era metal veloz y furioso, sin fusiones extrañas ni excentricidades, podía darles otra ración perfectamente, sabía de sobra como hacerlo. Suplió las bajas con dos fichajes de altura: Kiko Loureiro, virtuoso guitarrista de la banda de power metal Angra, y Chris Adler, batería de los brutales Lamb of God, aunque este último era un fichaje en principio sin continuidad a largo plazo, reclutado solo para la grabación del álbum y algunos shows posteriores. El resultado, titulado Dystopia (2016), se dejaba de experimentos raros y mostraba la cara más agresiva de Mustaine, siendo una continuación espiritual de Endgame, ni más ni menos que lo que la gente esperaba y quería de Megadeth, por ello recibió al instante estupendas críticas y congració de nuevo a la banda con su público, como se demostró en la exitosa gira posterior.
En estos momentos la banda se encuentra en el estudio, dando forma a otra obra que se prevé agresiva al máximo y que quizás sea el punto final a la historia de una banda fascinante e imprescindible en la historia del metal. Una idea surgida en la mente de un Dave Mustaine adolescente, rabiando en la parte trasera de un autobús que le llevaba de vuelta a casa tras ser expulsado de Metallica, y que afronta ahora un nuevo capítulo con la ilusión y seguridad que dan más de tres décadas de trabajo y entrega. Nosotros ya esperamos con ganas este nuevo disco, que imaginamos será uno de los grandes lanzamientos de este año.
¡Aguante Megadeth!


Este texto se escribió originalmente para la web musical Diablorock:

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