Masaccio: Adán y Eva expulsados del Paraíso.

miércoles, 4 de julio de 2018

DIEZ GEMAS OCULTAS EN LA DISCOGRAFÍA DE MARILYN MANSON






A comienzos de la década de los 80 en la ciudad estadounidense de Canton, Ohio, un jovenzuelo escuálido y poco agraciado, con dientes de conejo y peinado a la taza, permanecía oculto y en silencio bajo una mesa de contrachapado, intentando no ser visto. Este chico, de 13 años de edad, se llamaba Brian Hugh Warner, y estaba ahí persiguiendo sus sueños.
Él y su primo Chad eran lo que se suele conocer como unos pardillos, y no solo por su aspecto poco agraciado. No eran destacados estudiantes ni deportistas, tampoco pertenecían a familias importantes, no eran populares en su escuela, y desde luego nunca habían estado ni remotamente cerca de una mujer. Pero como ya hemos dicho tenían un sueño y la firme intención de cumplirlo: querían ser detectives privados.
Una de las características que debía poseer todo buen detective privado era ser bueno en el terreno del espionaje. Así que Brian y Chad escogieron para iniciar su investigación a una de las figuras que tenían más cerca, el abuelo de Brian. Habían estado investigando al pobre anciano durante un tiempo y, entre sus patrones de conducta, habían advertido que le gustaba pasar mucho tiempo a solas en el sótano de la vieja casa. Por lo visto el tiempo que pasaba allí en soledad lo dedicaba a jugar con sus viejas maquetas de trenes. Ambos habían llegado a esa conclusión porque habían podido escuchar el ruido a través de un conducto de ventilación de la cocina. Pero como grandes detectives que aspiraban a ser no podían conformarse solo con esa prueba. Debían colarse allí abajo y comprobarlo con sus propios ojos. Trazaron un plan y, aprovechando un descuido de los abuelos, pudieron colarse en el sótano una tarde para proseguir con su investigación. Lo que encontraron ahí abajo los dejó de piedra.
Resulta que el viejo abuelo Warner era todo un depravado. Mirando por el sótano encontraron cantidades ingentes de pornografía. Brian y Chad ya habían visto alguna revista de Playboy con anterioridad, pero esto era ligeramente distinto. En las fotografías que guardaba el abuelo podían verse a sonrientes muchachas posando mientras lamían enormes penes de caballo. También montaban a los animales, pero invirtiendo los roles comúnmente establecidos para dicha asociación. Alucinados siguieron recabando pruebas por el sótano. En un cajón encontraron unos cuantos consoladores enormes envueltos en plástico, viejos condones roídos y tarros de vaselina seca. Mientras Brian y Chad inspeccionaban boquiabiertos todo esto pudieron escuchar unos pasos acercándose lentamente. ¡Era el abuelo que bajaba al sótano! Si los descubría estaban perdidos.
Brian y Chad miraron confusos a su alrededor, buscando en vano una salida, mientras los pasos se acercaban cada vez más. Chad finalmente reaccionó, agarró a Brian de la mano y ambos se ocultaron bajo una vieja mesa. Ahí agazapados observaron a través de una rendija cómo su abuelo entraba en el sótano, cerraba la puerta y accionaba los trenes de juguete. Seguidamente el anciano procedió a bajarse los pantalones hasta las rodillas y se sentó en una silla de madera. Posteriormente se bajó los calzoncillos, agarró su flácido y viejo pene y empezó a machacársela mientras miraba unas viejas fotografías. El viejo abuelo Warner tenía una traqueotomía en la garganta producto de una operación de pulmón, de tal forma que sus agónicos gemidos sonaban tortuosos y metálicos, de ahí que necesitase el ruido de los trenes de juguete para enmascararlos. Sin duda era un asombroso giro en el curso de la investigación. Pero Brian y Chad no podían pensar en ello ya que estaban petrificados por el miedo, sabiendo que cuando fuesen descubiertos el castigo sería algo más allá de lo imaginable.
Por una carambola del destino los dos chavales no fueron descubiertos aquella tarde. El abuelo tuvo que salir inesperadamente a hacer unos recados y pudieron escapar sin ser vistos. La investigación sobre el abuelo terminó ese día, pero el joven Warner no podía dejar de dar vueltas a lo que había descubierto y a sus implicaciones filosóficas. Todo el mundo tenía dos caras. Todo el mundo tenía una parte oscura y retorcida en su interior, una parte que permanecía oculta a la sociedad pero que estaba ahí y necesitaba ser alimentada.
Años más tarde Brian ya era un adolescente y seguía siendo un pardillo. Había cambiado su sueño de ser un gran detective por el de ser un gran escritor. Se pasaba las horas muertas escribiendo relatos y poemas de temática retorcida, y también estaba probando suerte en el mundo del periodismo, entrevistando a músicos locales y escribiendo reseñas de discos para intentar meter el pie dentro de alguna revista musical. A pesar de que disfrutaba con la música podía notar un gran vacío en la escena. Cuando entrevistaba a grupos y reseñaba discos tenía la impresión de que ninguno de ellos tenía una propuesta verdaderamente rompedora. Los músicos eran gruñones bobalicones, o personajes totalmente planos, interesados solo en las chicas y la cerveza. Eso se reflejaba también en las letras de sus canciones, totalmente infantiles y sin trasfondo. Pensaba que tampoco había que ser gran cosa para hacer lo que ellos hacían, y tenía la sospecha de que incluso él podría hacerlo mejor. Cogió su libreta y empezó a esbozar los rasgos de un personaje, una especie de estrella de rock definitiva y rompedora, un ser salido del infierno dispuesto a romper todos los tabúes y llevarse toda la fama y las mujeres.
Se basó inicialmente para ello en algunos de sus héroes, como David Bowie, Iggy Pop o Alice Cooper, pero retorciéndolos aún más, dándoles un cariz más oscuro y depravado. Dibujó una figura alta y desgarbada, de demente sonrisa, con el pelo largo y oscuro oculto parcialmente bajo un sombrero que simulaba al del sombrerero loco de la obra Alicia en el país de las maravillas, le añadió maquillaje y rasgos de cadáver. Pensó un nombre para su criatura, algo que reflejase a la vez lo más bello y lo más tortuoso, las dos caras que todos poseemos, la cara y la cruz del sueño americano que le vendían por cada esquina. Fue fácil al acordarse de dos de las figuras más representativas de la cultura pop, la bella actriz Marilyn Monroe, la chica perfecta, la vecina soñada. La supuesta novia ideal que escondía una vida tortuosa de drogas, ligues presidenciales y suicidio. Y Charles Manson, el manipulador y asesino, el predicador, el reverso tenebroso de la fantasía florar de los hippies. Mezcló ambos nombres y escribió el resultado sobre el dibujo. Puso la hoja frente a su cara y lo vio claro. Ese día se firmó la sentencia de muerte de Brian Hugh Warner.
Lo que viene después es el nacimiento de una de las personalidades más atractivas e influyentes dentro de la música y la cultura popular: Marilyn Manson. Un artista revolucionario y profundo, que escaló a la cima de su género y escandalizó a toda la sociedad. Que fue acusado de pervertir a una juventud que lo amaba de manera incondicional. Un torbellino que provocaba pasiones, odios, revueltas, manifestaciones y el completo caos a su paso. Un artista lleno luces y sombras, que se lo comió todo a finales de los 90, para posteriormente vomitarlo con el discurrir del nuevo siglo, pasando de ser la figura más imponente y peligrosa del momento a una parodia patizamba de sí mismo.
Marilyn Manson es una figura clave, capaz de lo mejor y lo peor, capaz de la genialidad y el patetismo. Una de las últimas grandes estrellas del rock, sin la cual este rollo sería sin duda muchísimo más aburrido, un personaje que cuando desaparezca estamos seguros será llorado hasta por sus más férreos detractores. Hoy nos proponemos revisar y celebrar su obra, pero esta vez no lo haremos a través de sus grandes éxitos como hacen todos los demás, sino a través de algunos de sus temas menos conocidos, rescatando de su abultada discografía joyas que quizás hayan pasado desapercibidas. A fin de cuentas es una excusa como cualquier otra para disfrutar o crucificar al Reverendo, elige lo que quieras, no creemos que a él le importe realmente demasiado por cuál de las dos posturas te inclines, ya lo dijo una vez: "Tu calidad como artista es medida de igual manera por la gente que te detesta y por la que te ama. Necesitas tener ambos o sino eres un mediocre."



  1. MURDERERS ARE GETTING PRETTIER EVERY DAY
    (Manson, Ramirez, Vrenna)
    Born Villain. 2012.

Habiendo encajado tres lanzamientos tremendamente exitosos y de una calidad incuestionable, como fueron Antichrist Superstar (1996), Mechanical Animals (1998) y Holy Wood (2000), Manson se había situado en el pináculo de su popularidad. Ahora solo le quedaba el duro camino cuesta abajo. Esto se produjo con el comienzo del nuevo milenio. Sus siguientes tres lanzamientos The Golden Age of Grotesque (2003), Eat Me, Drink Me (2007) y The High End of Low (2009) fueron recibidos de manera cada vez más tibia tanto por la crítica como por el público. A su vez las ventas de discos y entradas de los conciertos se iban desplomando, y con razón. Esos tres discos (que comentaremos más adelante) mostraban preocupantes altibajos en su calidad. Por su parte las presentaciones en directo habían pasado de ser peligrosas y enérgicas a patéticas y vergonzosas, con un Manson cada vez más deteriorado y pasota (muchos aún recordamos su bochornosa actuación en el festival Kobetasonic de 2009, con un Manson completamente ebrio siendo abucheado por la totalidad del público presente). Ya nadie daba un duro por Marilyn Manson ni confiaba en el resurgir de su carrera, estaba claro que asistíamos a los últimos momentos del artista.
Por todo lo expuesto su disco Born Villain (2012) no generó demasiada expectación, a pesar de las declaraciones de Manson, que prometía volver por sus caminos más agresivos y darnos un disco rabioso. Por supuesto estas promesas ya se habían dado con anterioridad y a estas alturas sonaban bastante falsas. No obstante cuando fue lanzado el disco se comprobó que esta vez, al menos, el reverendo lo estaba intentando.
Con un título que era toda una declaración de intenciones (Nacido Malvado), nos encontrábamos con un trabajo que seguía siendo algo irregular, pero que resultaba más redondo que sus anteriores lanzamientos, con temas más trabajados y memorables, centrándose en los terrenos que mejor se le daban e intentando recuperar parte de la garra perdida. En el tema que nos ocupa vemos a un Manson colérico como no veíamos desde el Antichrist, dando rienda suelta a su vena más punk, demostrando que el que tuvo retuvo y que no estaba dispuesto a desaparecer tan fácilmente.




    1. CRYPTORCHID
      (Manson, Gacy)
      Antichrist Superstar. 1996.


Si alguien preguntase cómo Marilyn Manson llegó a ser el artista más interesante y polémico de su tiempo, sin duda habría que ponerle el disco Antichrist Superstar (1996). Nos encontramos ante uno de esos extraños casos en los que se alinean todos los astros. Un periodo de tiempo idóneo, mediados de los 90, con un clima musical revuelto tras el paso de aquel tornado que fue el sonido Seattle, que daba sus últimos estertores como música dominante dando paso a una nueva revolución, el llamado nu metal. La industria y el público estaban buscando nuevas sonoridades y vías de expresión cuando apareció un artista en estado de gracia, pasado de vueltas, obsesionado con su concepto, reivindicando la figura de estrella de rock exagerada y decadente que tanto habían criticado los de Seattle y, lo más importante, capaz de dar a luz una obra conceptual totalmente furiosa, terrorífica y apocalíptica. Todo en la imaginería de este disco y la banda provocaba intranquilidad y alarma. El peligro y el escándalo volvían al mundo del rock por la puerta grande.
Es fácil entender la fascinación de los jóvenes de la época y el temor de sus padres ante una figura alta, pálida y desgarbada, que se auto mutilaba en los conciertos mientras gritaba con cara de psicópata contra la religión y los convencionalismos.
Marilyn Manson lo tenía todo para arrasar, una imagen chocante a la que encima acompañaba un disco a la altura. Mucho se ha hablado y escrito sobre este disco capital, sobre la importancia que tuvo en la gestación de su sonido el mago del metal industrial Trent Reznor, y sobre su caótica grabación, plagada de drogas y excesos. El resultado final fue un auténtico puñetazo en la cara del sueño americano, una obra agresiva como no se veía desde hacía mucho tiempo, envuelta con sonoridades del más duro punk y metal industrial. Una auténtica obra maestra que tiene de todo: temas de una dureza inusitada como Deformography o Antichrist Superstar, singles que se han convertido en himnos, como The Beautiful People o Tourniquet, temas retorcidos y desquiciados como Angel with the Scabbed Wings, y temas que llegan incluso a provocar miedo, como este Cryptorchid.





    1. THE SPEED OF PAIN
      (Manson, Ramirez, Gacy, Zum)
      Mechanical Animals. 1998.

Antichrist Superstar había colocado a Marilyn Manson en lo más alto. El disco se vendió como rosquillas y las entradas para los conciertos se agotaban allí por donde pasaban. Manson ocupaba las portadas de todo tipo de publicaciones gracias a sus agudas y polémicas declaraciones, creando pasiones y odios por igual. Su siguiente trabajo discográfico era uno de los más esperados, y todo el mundo se preguntaba si Manson podría continuar donde lo había dejado y ser aún más agresivo y oscuro. El listón estaba alto, muy alto, y Manson, que es una persona bastante inteligente, sabía de sobra que superar la rabia de Antichrist era una misión imposible. De esta forma optó por revolucionar su concepto y llevarlo a otro nivel.
Influido por su héroe Bowie dejó a un lado al Anticristo y dio a luz a un nuevo personaje, el andrógino Omega, en un disco que musicalmente se alejaba del punk y la vertiente más dura del metal industrial para bucear de lleno en el glam rock, enfocándose en su lado exagerado y decadente, con unos textos que abordaban el lado oscuro de la fama y el ego junto al amor por los excesos y las drogas. Manson suplió la ausencia de Trent Reznor aliándose esta vez con Billy Corgan, de The Smashing Pumpkins, que le ayudó a terminar de dar forma a su nuevo concepto sonoro.
El disco generó polémica, sobre todo entre los que esperaban una continuación de Antichrist, que por contra se encontraron con unas composiciones y un concepto mucho menos oscuro que los de su predecesor. No obstante el disco fue un gran éxito, y a día de hoy hay mucha gente que incluso lo pone por encima del Antichrist. Sin duda es complicado poner peros a una fabulosa colección de canciones totalmente inspiradas como Great Big White World, The Dope Show, I don't like the Drugs (But the Drugs Like Me) o Coma White, que se superponen unas a otras para dar lugar a un álbum sin apenas fisuras. The Speed of Pain no es uno de los temas más famosos de este disco, pero sin duda es uno de sus mejores momentos. Una canción totalmente redonda y evocadora, que crece en intensidad y explota como un delicioso orgasmo. Ademas, como curiosidad, diremos que Manson ha declarado en una reciente entrevista que es el tema del que se siente más orgulloso en toda su carrera musical.




    1. BREAKING THE SAME OLD GROUND.
      (Manson, Ramirez, Vrenna)
      Born Villain. 2012.


Como ya hemos comentado se puede considerar Born Villain como el primer paso en el resurgir discográfico de Manson. Para ello rescató los sonidos que le habían dado mejores resultados, como la dureza punk industrial del anteriormente citado Murderers are getting prettier every day o el también destacable Overneath the Path of Misery, pero también acudiendo a los medios tiempos inquietantes y melancólicos que ya estaban presentes en Mechanical Animals o Holy Wood. Entre estos podemos destacar Children of Cain o este Breaking the Same Old Ground, que se encarga de cerrar el disco. Un tema afligido, con una letra totalmente nihilista y melancólica, una maravilla que nos envuelve de manera magistral en la desesperación y desasosiego de la vida, que siempre ha sido uno de los pilares temáticos en la obra de Manson.




    1. WOW
      (Manson, Ramirez, Vrenna)
      The High End of Low. 2009.


Manson intentó buscar nuevos terrenos para su sonido con el disco Eat Me, Drink Me (2007), un trabajo que resultó bastante fallido. A raíz de las críticas cosechadas por ese trabajo intentó volver sobre sus pasos con su siguiente trabajo, The High End of Low (2009), para ello contó de nuevo con el apoyo de Twiggy Ramirez, su mano derecha durante el periodo de mayor éxito de la banda durante los 90 y del que llevaba separado casi una década, y también contrató a Chris Vrenna, músico y compositor conocido por su trabajo con Nine Inch Nails. La reunión de estos nombres bajo un mismo proyecto desató bastante expectación y todo hacía augurar un trabajo a la altura. Por desgracia no sucedió así. El resultado es tremendamente irregular y demasiado largo. Sin duda es uno de los trabajos menos logrados de Manson, no obstante cuenta con algún buen tema y también alguna curiosidad, como este WOW.
Estamos ante una composición extraña, que inmediatamente nos trae a la memoria la primera época de la banda, cuando aún se hacían llamar Marilyn Manson & The Spooky Kids, y los extraños y enfermizos cortes del EP Smells Like Children (1995). El tema se forma a partir de extraños sonidos de carácter electrónico, voces retorcidas y tratadas y samplers de Manson esnifando cocaína a modo de percusión, todo ello sobre una omnipresente línea de bajo de Twiggy, dando lugar tan peculiar mezcla a lo que parece ser la banda sonora de una extraña pesadilla.







  1. A PLACE IN THE DIRT
    (Manson, 5)
    Holy Wood (In The Shadow of the Valley of Death). 2000.


Holy Wood marcaba una vuelta a la oscuridad de Manson tras el paréntesis que supuso Mechanical Animals. Se presentaba como el sucesor espiritual de Antichrist y como cierre de una trilogía que engloba lo que sin duda es el punto álgido en la discografía del Reverendo. En este disco Manson expresaba toda su frustración a raíz de haberse convertido en la cabeza de turco tras la tragedia del tiroteo en la escuela de Columbine, de la que fue indirectamente acusado, por lo que se aprecia un gran resentimiento y rabia tanto en la música como en las letras, esto queda patente ya desde la portada, que muestra a un Manson crucificado y con la boca arrancada.
El álbum resulta bastante inspirado en su conjunto y reúne algunos de los temas más celebres de Manson como The Nobodies, Disposable Teens o The Fight Song junto a otros temas bastante notables como Valentine's Day o Coma Black. Es uno de los discos que cuenta con un mejor trabajo en las guitarras, con un sonido más patente y afilado de las mismas a cargo de John 5, quien tuvo bastante peso esta vez en el proceso compositivo del álbum. Supuso un éxito de crítica y público y también, por desgracia, marcó el punto de partida hacia un periodo menos inspirado de Manson, marcado por los continuos altibajos.





    1. RUNNING TO THE EDGE OF THE WORLD
      (Manson, Ramirez, Vrenna)
      The High End of Low. 2009.

Como ya comentamos The High End of Low supuso una pequeña decepción para sus seguidores, y se trata de uno de los trabajos más flojos e irregulares de Manson. No obstante, a la mitad del mismo, nos encontramos con esta auténtica maravilla. Una balada sentida e inspirada que puede considerarse como uno de los mejores temas escritos por Marilyn Manson en toda su carrera.
Con una instrumentación a base de delicadas guitarras acústicas y envolventes teclados, junto a los lamentos de Manson, que arremete esta vez contra los tortuosos vaivenes de las relaciones amorosas, se da forma a un tema de dinámicas sobresalientes, que va creciendo en intensidad cada vez más hasta apagarse definitivamente, como la llama de la pasión, en un limbo de absoluta melancolía.
Se publicó un vídeo para promocionar la canción. Un vídeo que resultó bastante polémico, no tanto por la extraña imagen de un Marilyn Manson con cejas, sino por su angustioso tramo final, en el que aparece una joven angustiada recibiendo una brutal paliza.
Estamos ante un auténtico temazo, y es una lástima que pasase desapercibido en mitad de un disco de tan poco calado.






    1. JUST A CAR CRASH AWAY
      (Manson, Skold)
      Eat Me, Drink Me. (2007)


Tras la tortuosa gira de apoyo para el disco The Golden Age of Grotesque (2003) Manson se vio atrapado en un periodo jodido. John 5 decidió dejar la formación, harto de sus roces con el Reverendo. También encadeno un par de dolorosas decepciones, la paralización de su proyecto cinematográfico Phantasmagoria, en el que había volcado muchos esfuerzos e ilusiones, y el doloroso punto final de su matrimonio con la modelo Dita Von Teese. Toda esta serie de infortunios le sumieron en una profunda depresión durante la cual incluso se planteó abandonar la música. Por suerte recapacitó y decidió seguir adelante. Para ello se apoyó en el guitarrista y bajista Tim Skold, y juntos decidieron dar otra vuelta de tuerca al sonido Manson. Esta vez tomaron la influencia de sonidos más accesibles y producciones más directas, apoyándose en el rock gótico de bandas como The Cure o Bauhaus, y mostrando unas composiciones más luminosas que llegaban incluso a coquetear por momentos con el pop.
El disco fue recibido de forma desigual, entre los que aplaudían este nuevo giro y los que por contra lo consideraban demasiado blando y edulcorado, una opinión que se veía reforzada por unos textos de Manson hacia su nuevo amor (Evan Rachel Wood) que en algunos momentos llegaban a resultar sonrojantes.
Se trata de un pequeño experimento de resultado irregular, que no obstante incluye algunas buenas canciones, como They said the Hell's not Hot, o el single Heart-Shaped Glasses, que nos mostraban una nueva faceta dentro del sonido de Manson. A parte de no renunciar completamente a algunos elementos distintivos como los medios tiempos melancólicos marca de la casa.





    1. THE GOLDEN AGE OF GROTESQUE
      (Manson, 5)
      The Golden Age of Grotesque. 2003.


Tras completar el tríptico formado por Antichrist, Mechanical y Holy Wood, Manson se encontraba bastante agotado. Su intención de cara al próximo trabajo era la de hacer un disco menos solemne, más desenfadado y «divertido», sin tantas críticas ni dobles lecturas. Para ello tomo como referencias el ambiente cabaretero y festivo del burlesque.
Para las tareas de composición del disco el Reverendo se apoyó totalmente en la figura de John 5, que firma la totalidad de los temas junto a Manson. El resultado por desgracia fue inferior al esperado, quedando bastante por detrás de sus lanzamientos previos. A pesar de que se incluyen algunos temas bastante celebrados y que siguen presentes actualmente en los set list de la banda, como por ejemplo mOBSCENE o This is the New Shit, el conjunto resultaba bastante irregular, la mayoría de temas no destacaban demasiado y resultaban fácilmente olvidables. No obstante el disco tiene algunos buenos momentos, como los temas ya mencionados o aquel que da título al disco, una composición que nos transporta totalmente a un ambiente de cabaret decadente y que se adapta como un guante a la personalidad de Manson.





    1. THREATS OF ROMANCE
      (Manson, Bates)
      Heaven Upside Down. 2017.


En el año 2015 Manson decidió unir fuerzas con el compositor de bandas sonoras Tyler Bates para dar una nueva vuelta de tuerca a su sonido. El resultado de dicha colaboración, titulado The Pale Emperor (2015) sorprendió a propios y extraños. Nos encontrábamos con un Manson más centrado y adulto, que se sentía a gusto en su papel de extraño predicador musical, y que llegaba arropado por unas composiciones serias y sobrias, con el inconfundible sabor Manson presente pero con un envoltorio más adulto y meditado. El disco resultó un sorprendente éxito, gracias a temas tremendamente elegantes como Third Day of a Seven Day Binge, The Devil Beneath My Feet o The Mefistopheles of Los Angeles. Supuso un soplo de aire fresco en la carrera de Manson y lo reconcilió nuevamente con la crítica especializada.
Vistos los buenos resultados, la asociación Manson/Tyles se puso manos a la obra para dar forma a su continuación, y cuando todos nos esperábamos una segunda parte de The Pale Emperor van y nos sorprenden con algo distinto pero a la vez familiar. Porque Heaven Upside Down, el último disco de Marilyn Manson hasta la fecha, no es más que una celebración y reivindicación de la carrera del artista. Un disco que podría pasar perfectamente por un grandes éxitos de Manson si no fuese por el hecho de que son todo composiciones nuevas. En este disco podemos asistir a todas las variantes y facetas del Reverendo, tenemos temas cañeros, rabiosos y combativos, tenemos medios tiempos extraños y baladas melancólicas, tenemos crítica social, tenemos romances tortuosos y ataques a la religión, tenemos todo lo que Manson ha sido, y lo tenemos en su justa medida, con un disco de duración optima y sin atisbo de relleno.
Sorprende y alegra que tras una carrera tan larga y complicada, que abarca la friolera de 10 álbumes a lo largo de casi un cuarto de siglo, el bueno y decadente Marilyn Manson siga en un lugar destacado de la industria y pueda facturar trabajos disfrutables, de probada solvencia y calidad. Esperamos poder gozar de este artista inigualable durante un buen puñado de años más, que pueda seguir dándonos alegrías y, por qué no, también algún que otro palo, porque como ya dijimos al principio de este artículo el mundo del rock sería un lugar mucho más aburrido sin él, qué duda cabe.





Este texto fue escrito para la web musical DiabloRock:

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