Se
acerca uno de los momentos más importantes del año en lo que a
espectáculos en directo en nuestro país se refiere: los
esperadísimos conciertos de la banda de San Francisco Metallica.
Seis
años lleva la banda sin venir a tocar a España, desde su magnífica
descarga en el desaparecido festival Sonisphere del 2012, donde
dieron un concierto mítico tocando íntegramente su disco de mayor
éxito, The Black Album
(1991), con motivo del vigésimo aniversario del mismo. Si queremos
buscar la última fecha en la que los cuatro jinetes tocaron en
nuestro país fuera del marco de un macro festival deberemos
retroceder hasta el año 2009, en el que agotaron dos noches en el
palacio de los deportes madrileño presentando el disco Death
Magnetic (2008).
Aquella ocasión también fue para recordar, teloneados por Mastodon
y Lamb of God y con uno de sus espectaculares montajes de escenario
situado en mitad del recinto. Las ganas de volver a ver al grupo en
un espacio cerrado y con su montaje propio son enormes, por eso no es
de extrañar que las entradas para esta nueva visita hayan volado,
agotándose en pocas horas en medio de la desesperación de sus
innumerables fans.
Se aprecia el nerviosismo y la ilusión flotando en el aire a
medida que se acerca la fecha señalada y la labor de los distintos
medios es ir caldeando el ambiente como se merece. Empiezan a
aparecer las discusiones, los repasos a la carrera del grupo y las
listas de grandes clásicos. En DiabloRock no vamos a ser menos y
queremos sumarnos a esta gran celebración, pero lo vamos a hacer a
nuestro estilo, de una manera algo distinta.
Hemos
confeccionado una lista de temas, pero en esta lista no vas a
encontrar Enter
Sandman, ni
Master of Puppets,
ni
Nothing Else
Metters, ni
siquiera One.
Vamos
a bucear en los rincones ocultos de la discografía de esta
gigantesca banda para rescatar un puñado de temas más o menos
olvidados. Temas que no se suelen pinchar en ninguna parte. Temas que
nunca o casi nunca tocan en directo. Temas que solo conocen los fans
más fieles de la banda, aquellos que han escuchado atentamente y en
su integridad todos los álbumes del grupo. Temas, en definitiva, que
han pasado desapercibidos, bien por estar eclipsados en sus
respectivos discos por clásicos de mayor calado o bien por tocar
zonas muy polémicas para lo que se supone que es el sonido de la
banda. Pero en cualquier caso todos ellos buenos temas, que creemos
merecen una revisión y reivindicación, y para eso estamos nosotros
aquí.
Ahora que la banda está haciendo las maletas y llenando sus
camiones con equipo con destino a nuestro país para presentar unos
shows que sin duda serán recordados durante mucho tiempo por los
asistentes, nos ha parecido un buen momento para dar un repaso a
estas gemas ocultas, darles una nueva escucha y utilizarlas también
como excusa para repasar momentos clave y curiosidades dentro de la
enorme carrera de esta legendaria banda, sin duda una de las más
importantes dentro de la historia de la música. Si queréis podéis
acompañarnos en este artículo especial. Comenzamos:
- WASTING MY HATE(Hetfield, Ulrich, Hammett)Load. 1996.
Metallica
llevan conviviendo con la polémica desde el comienzo de su
existencia. Cuando en su segundo disco Ride the Lightning
(1984) incluyeron la balada Fade
to Black, ya surgieron voces
acusándolos de vendidos. También se puso el grito en el cielo
cuando filmaron un videoclip para su tema One, del
disco ...And Justice for All (1988),
ya que la banda había
manifestado en diversas ocasiones que jamás filmarían un videoclip
para promocionar su obra. Cuando salió a la venta el disco Metallica
(1991), popularmente conocido
como el disco negro, muchos fans renegaron de ellos al tratarse de un
disco menos progresivo, de melodías más sencillas y contundentes, y
con una producción orientada a un abanico más amplio de público.
Como
decimos la polémica acompañó a la banda casi desde el primer
momento, pero no dejaban de ser gritos aislados aquí y allá que en
modo alguno frenaban la imparable marcha hacia adelante de la banda,
hasta el Load... Con
este disco, editado en 1996, la cosa ya sí que se salió de madre.
Tras
el disco negro, que fue un increíble éxito a nivel mundial, y la
mastodóntica gira para presentarlo, la banda se encontraba en su
momento más alto de popularidad, y decidieron tomar una de las
decisiones más arriesgadas de toda su carrera: cortarse el pelo. Sí,
ya sé que puede sonar algo ridículo a día de hoy, pero en su
momento fue toda una conmoción. Muchos fans se lo tomaron como una
alta traición y el gesto inequívoco de que finalmente se habían
vendido al mainstream. Y
cuando su esperadísimo nuevo disco se puso finalmente a la venta la
expectación era máxima. Hasta tal punto que las tiendas de discos
abrieron a las doce de la noche para atender la demanda de la marea
de ansiosos fans que no podían esperar ni un minuto más para
escuchar qué habían perpetrado los de San Francisco y comprobar si
la espiral ascendente de calidad musical continuaba su curso
imparable. El que escribe estas líneas fue uno de los que hicieron
cola esa noche a las puertas de la desaparecida tienda de discos
madrileña Madrid Rock para comprobarlo, y podía observar cómo la
gente delante de mí salía ilusionada con el disco bajo el brazo
para ponerlo a todo volumen en los equipos de música de sus coches.
Al principio, con el tema Ain't my Bitch, parecía que la cosa iba
bien. Era algo distinto a lo habitual, pero era un trallazo. No
obstante a partir del segundo tema, titulado 2x4, ya empezabas a ver
muecas extrañas en el respetable.
Load era
un disco que mostraba una enorme inquietud e inventiva, pero también
un deseo de salirse de los márgenes del metal y acceder a otros
sonidos y público, todo ello sin duda motivado por el enorme
puñetazo que la escena de Seattle y su nuevo sonido, denominado
Grunge, había
provocado en la industria musical. Era el primer disco de Metallica
que no podía denominarse en modo alguno como thrash metal. Seguía
habiendo caña y distorsión, pero también había sonidos
alternativos, blues e incluso country. Algo impensable y muy jodido
de digerir para sus fans más duros. Por todo ello puede considerarse
sin lugar a dudas el disco más polémico en la historia de la banda.
Con el, para bien o para mal, accedieron totalmente al mainstream.
Ahora se codeaban con gente como
U2 o The Rolling Stones y ocupaban todo tipo de portadas. A raíz de
eso una importante base de sus fans, aquellos que los habían aupado
hasta ahí, renegaron de la banda. Las declaraciones de un Lars
Ulrich con los ojos totalmente maquillados gritando a viva voz «No
queremos volver a ser una banda de heavy metal nunca más» por
supuesto tampoco ayudaron a calmar el ambiente.
Mucha
gente considera Load el
principio del fin. No así el que escribe este artículo. Load
es un disco valiente, inspirado
y lleno de temazos. Un disco a reivindicar y que ha envejecido a la
perfección.
Entre
sus muchas joyas ocultas podemos mencionar este Wasting My
Hate. Resulta extraño que haya
pasado tan desapercibido teniendo en cuenta que es el tema más
cañero y enérgico del disco, uno de los pocos que deberían gustar
sin reservas a la vieja guardia de sus fans por su actitud punk y que
sin duda merecería más presencia en los directos.
- WHERE THE WILD THINGS ARE(Hetfiel, Ulrich, Newsted)Reload. 1997.
A
pesar de toda la polémica, las ventas y la gira de presentación de
Load fueron un éxito
rotundo, pero la brecha ya se había abierto. Y cuando anunciaron la
publicación de un nuevo disco dieron otro palmo de narices a los que
imploraban por una vuelta a las raíces de la banda y el sonido
thrash, dejando claro
que iban a ser una serie de canciones compuestas y grabadas en las
mismas sesiones que las del polémico Load. Con
el original título de Reload apareció
el disco, y volvió a ser la pesadilla de los viejos fans. Seguía la
exploración de nuevos terrenos musicales, los medios tiempos
calmados y melódicos y, como guinda, un tema con aires folk. Aquí
es cuando muchos fans optaron por bajarse del barco definitivamente.
Reload es
un buen disco y contiene algunos clásicos como Fuel o
The Memory Remains, pero
hay que reconocer que las composiciones esta vez no son tan
inspiradas y hay un porcentaje bastante alto de relleno, lo que sitúa
a este disco unos peldaños por debajo de Load. Aunque
la banda proclame que su intención era que ambos discos estuviesen
al mismo nivel uno no puede dejar de tener la sensación de que se
trata de un puñado de descartes y caras B. Esto ha dado pie a que
mucha gente elucubre con la idea de que lo suyo habría sido sacar un
solo disco con los temas más redondos de ambos trabajos. ¿Habría
sido así mejor aceptada esta etapa de la banda? Nunca lo sabremos.
Entre las gemas ocultas de este Reload destacamos el tema
titulado Where the Wild Things Are. Un tema que ha pasado
completamente desapercibido a pesar de su calidad. Algo lógico por
una parte ya que se trata de un tema muy extraño e inusual para una
banda como Metallica, sin el más leve rastro de thrash metal y con
una densidad y atmósfera inquietante que lo acerca más bien a la
sonoridad de gente como Alice in Chains. Estamos ante un tema
totalmente a reivindicar, la letra y el tono de voz de Hetfield, así
como el solo con wah de Hammett, son para enmarcar.
Como curiosidad apuntar que es el único tema de la época Load
en el que figura el bajista Jason Newsted en los créditos de
composición.
- INVISIBLE KID(Hetfiel, Ulrich, Hammett, Rock)St. Anger. 2003.
A principios del nuevo milenio Metallica se encontraban en el
momento más delicado de su carrera. La industria musical había dado
otro vuelco dando a luz al denominado nu metal, abanderado por bandas
como Korn o Limp Bizkit y caracterizado por un sonido ultra grave y
contundente, la ausencia total de solos de guitarra y filigranas
egocéntricas y el coqueteo con el rap y la electrónica. No parecía
que un grupo como Metallica tuviese mucho que decir por aquí.
La banda, por su parte, hacía frente a la huida de su bajista
Jason Newsted, cabreado por los impedimentos de sus compañeros para
lanzar su proyecto paralelo Echobrain. También tenían la
resaca de las enormes críticas a sus trabajo Load y Reload aún
flotando sobre sus cabezas. Estaban cansados y no sabían muy bien
por dónde tirar, y lo que es peor, eran unos millonarios a los que,
al fin y al cabo, en realidad no les apetecía demasiado verse las
caras. Cuando en mitad de la grabación de su nuevo disco James
Hetfiel decidió mandarlo todo a la mierda y recluirse en una clínica
de desintoxicación para enfrentarse a sus demonios aquello ya
parecía abocado a su fin de forma irremediable.
Todos estos problemas, que quedaron reflejados para la
posteridad en el documental Some Kind of Monster, desembocaron
finalmente y tras una larguísima espera en un disco titulado St.
Anger, que puede considerarse casi sin lugar a dudas como el peor
de su carrera, aunque aún así tiene sus defensores, claro.
La visión que la banda y el productor Bob Rock tenían para
este disco resulta interesante en su planteamiento. Querían un disco
crudo, visceral, sin artificios. «Que suene como una banda que se
junta por primera vez para tocar en un garaje, solo que esa banda es
Metallica» decían en el mencionado documental. Y bueno, a fin de
cuentas eso fue lo que consiguieron: un disco con un sonido
descuidado y unos temas que sonaban más bien como demos o extractos
de jam sessions. Y aunque, como decimos, sea un planteamiento
curioso, no está al nivel de lo que se exige a una banda mítica que
mueve millones de dolares y de fans y que aspira a seguir llenando
estadios.
Tiene el punto de su actitud, de su rabia, pero resulta
completamente dilapidado por unas composiciones poco inspiradas y,
sobre todo, cansinas.
Excepto el tema que abre el disco, titulado Frantic, y el
que da título al álbum, todos los demás pasaron bastante
desapercibidos. No obstante se puede rescatar alguna cosilla, como
por ejemplo el tema titulado Invisible Kid. Un tema bastante
cañero y con mucho ritmo donde se aprecia que Metallica estaban
buscando su hueco entre toda esa marea de nuevas bandas. Peca de los
mismos defectos que todos los demás temas del disco, su excesiva
duración y vagabundeo compositivo. Pero pensad en una realidad
alternativa en la que este tema dura cuatro minutos y cuenta con
coros de Newsted y os encontraréis con un auténtico trallazo.
- DYERS EVE(Hetfield, Ulrich, Hammett)...And Justice for All. 1988.
En 1988 nadie lo sabía. Pero este auténtico temazo con el que
se cerraba su estupendo disco ...And Justice for All, iba a
ser el último tema verdaderamente thrash que los cuatro jinetes
escribirían hasta muchísimos años después. Simbólicamente puede
considerarse el fin de una era, y vaya final... Riffs furiosos, solos
veloces, Ulrich en el que quizás es el pináculo de su labor como
batería y Hetfiel escupiendo unas letras cargadas de rabia que en su
momento fueron bastante polémicas. Se trata de una carta llena de
reproches de un chico hacia sus conservadores y severos padres. Una
letra sin duda muy autobiográfica, ya que James se crió en el seno
de una familia con unas extrañas creencias religiosas a los que se
prohibía paliar con medicamentos los «designios del Señor», lo
cual desembocó en que a corta edad tuviese que presenciar la agonía
y muerte de su madre a causa del cáncer, siendo este uno de los
episodios que le marcarían más profundamente para el resto de su
vida. En este tema James parece vaciarse por completo al respecto.
No se atrevieron a tocar este tema hasta el año 2004, y no
suele ser un tema habitual en sus conciertos, a pesar de que creemos
que debería estar presente de manera obligada en casi todos sus set
list ya que pocas veces han igualado este despliegue de energía y
mala leche de una forma tan precisa, pasional y sincera.
- THE OUTLAW TORN(Hetfield, Ulrich)Load. 1996.
El tema que cierra el disco de la polémica, y toda una
declaración de intenciones. Todo en este tema es épico e inspirado.
La omnipresente línea de bajo de Jason, la impoluta producción,
James cantando mejor y más sentidamente que nunca una letra fabulosa
y una parte final instrumental de absoluto lucimiento por parte de
toda la banda, con un dinamismo al alcance de pocos y un crescendo
que se encuentra entre lo mejor que la banda ha compuesto en toda su
historia.
Este tema resume y redondea todas las aspiraciones que la banda
tenía en ese momento de su carrera, haciéndonos ver que el metal se
les quedaba pequeño y que tenían mucho más que ofrecer, lástima
que no siempre lo hiciesen con este mismo acierto.
Fue uno de los temas incluidos a su vez en el disco S&M
(1999) que grabaron junto a la orquesta sinfónica de San
Francisco, siendo uno de los momentos en que mejor casa la labor de
la orquesta con la de la banda en aquel experimento también bastante
polémico.
- JUMP IN THE FIRE(Hetfiel, Ulrich, Mustaine)Kill 'Em All. 1983.
Este
tema, en una versión muy primigenia, fue escrito por Dave Mustaine
cuando aún se encontraba en su anterior banda Panic
y
fue su carta de presentación para el nuevo proyecto llamado
Metallica que andaban formando dos chavales llamados James y Lars. No
hay duda de que junto al tema Hit
the Lights de
Hetfield, forman el caldo de cultivo a partir del cual se gestó el
sonido de Metallica. De hecho estos dos temas, junto a una nueva
composición titulada No
Remorse, conforman
la primerísima demo de la banda, conocida popularmente como Ron
McGovney's '82 Garage Demo (1982).
El
tema resulta encantador en su simpleza, construido a partir de un
riff de guitarra en escala de blues y una serie de rabiosos acordes.
Con la voz juvenil y sonrojante de Hetfield, la energía de Lars y
los desbocados solos de Mustaine, es uno de los pilares en los que se
asienta todo lo que vino después. Como bien sabemos el trabajo de
Mustaine fue regrabado por el siguiente guitarrista de la banda, Kirk
Hammett, cuando le dieron la patada, pero la sombra compositiva del
pelirrojo, totalmente patente en Kill
'Em All, continuaría
hasta bien entrado su tercer disco.
Nos encontramos ante un tema tremendamente desenfadado y
dinámico que no nos explicamos como no tocan cada vez que se suben a
un escenario, algo que sin duda el público agradecería.
- THE HOUSE THAT JACK BUILT(Hetfield, Ulrich, Hammett)Load. 1996.
Nos
encontramos nuevamente ante un tema del disco Load,
lo
que demuestra lo muy reivindicable que es este disco en cuestión. En
él James Hetfield alcanzó una de sus cimas creativas como letrista,
dando un salto de gigante respecto a muchos de sus textos anteriores.
Este
disco está plagado de grandísimos escritos, la mayoría
tremendamente personales y llenos de pasajes oscuros y melancólicos.
Quizás el más personal de todos se encuentre en el tema Mama
Said, otra
gema oculta cuya letra pone los pelos de punta.
En el tema que ahora nos ocupa podemos ver una clara referencia
a los problemas de Hetfield con el alcohol y las adicciones, una
agonía que como sabemos acabaría años más tarde con James
recluido en desintoxicación. El texto se complementa perfectamente
con el paisaje sonoro creado por la banda, un medio tiempo extraño,
oscuro y agobiante que nos muestra una faceta de la banda escondida
hasta ese momento.
Como
tercer tema del Load
resultaba
chocante, siendo uno de los momentos en que los primeros fans
empezaban a torcer el gesto, sin reparar en que realmente era un tema
en el fondo mucho más oscuro y siniestro que la mayoría de los que
habían compuesto hasta ese momento. Musicalmente se exploran todo
tipo de recursos y efectos, como las extrañas armonías vocales o el
solo de guitarra con talk box y el resultado es no menos que
sobresaliente.
Este
tema hasta
ahora nunca ha sido interpretado en directo.
- HERE COMES REVENGE(Hetfield, Ulrich)Hardwired... to Self-Destruct. 2016.
Hardwired... to Self-Destruct es el último disco hasta el
momento de los de San Francisco. Un disco bastante variado que ha
dejado muy buen sabor de boca tanto en la crítica como en el
público. Ello se debe a su buena producción y a la colección de
temas, bastante heterogéneos y que cubren casi todos los aspectos
por los que se ha desplegado la paleta musical de Metallica a lo
largo de su dilatada carrera. Algunos temas siguen pecando del gran
fallo de la banda durante años, que es el no saber contenerse en
cuanto a duración, superponiendo riff tras riff y dando como
resultado algunos pasajes totalmente innecesarios. No es el caso de
este tema, que aunque sobrepasa los siete minutos resulta bastante
dinámico y se puede encuadrar dentro de lo mejor del disco.
La letra, que aborda los sentimientos de venganza, está
inspirada en un desgraciado episodio real, el de una joven fan de
Metallica que falleció atropellada por un conductor borracho.
Hetfield pudo conocer a los padres de la fallecida y se sorprendió
por el hecho de que hubiesen podido canalizar su rabia en lugar de
simplemente buscar venganza, algo que él no estaba seguro de poder
conseguir si se viese en esa situación.
- ALL WITHIN MY HANDS(Hetfield, Ulrich, Hammett, Rock)St. Anger. 2003.
Escuchar
entero el disco St. Anger es
una proeza solo al alcance de unos pocos valientes, debido a los
problemas comentados con respecto a la larga duración de los temas y
su repetitiva pesadez. Quizás por ello el tema que cierra el álbum
haya sido uno de los que ha pasado más desapercibido a pesar de ser
un tema bastante notable. Define perfectamente el sentimiento de St.
Anger, con una agresividad
desbocada a lo largo de sus casi nueve minutos de duración, lo que
lo sitúan a mitad de camino entre la genialidad y la tortura. Lars
está inmenso durante todo el tema, a pesar del polémico sonido de
la caja, y ya simplemente la rabia que despliega James a las voces,
sobre todo durante el enloquecido minuto final (Kill! Kill! Kill!
Kill!Kill! Kill!) hacen que valga la pena el esfuerzo. Si tan solo lo
hubiesen acortado un poco...
Resulta
tremendamente curioso que este tema, uno de los más agresivos de
todo St. Anger, solo
haya sido interpretado un par de veces en directo, y no en su forma
colérica original que todos conocemos, sino en una revisión
acústica mucho más calmada. Esto ocurrió con motivo de un
concierto benéfico en 2007, y podéis encontrar dicha versión
buceando un poco por youtube, vale la pena buscarla si no la
conocéis.
- TRAPPED UNDER ICE(Hetfield, Ulrich, Hammett)Ride the Lightning. 1984.
Me
apetecía despedirme con un clásico, pero es muy difícil escoger un
tema de los primeros discos de Metallica y hacerlo pasar por un tema
escondido ya que casi todos ellos forman parte ya de la cultura
popular y el imaginario colectivo del metal. No obstante hay un
recoveco en su segundo disco, Ride the Lightning, que
parece haber pasado más desapercibido que el resto. Entre clásicos
incontestables como For Whom the Bell Tolls o
Creeping Death encontramos
ahí escondida la dupla que forman los temas Trapped Under
Ice y Escape. El segundo de los
mencionados tiene el dudoso honor de ser uno de los temas más
odiados por James Hetfield, ya que admite que fue premeditadamente
compuesto para intentar crear algo más comercial dentro de su
catálogo, para que pudiese ser pinchado en la radio. El primero en
cambio es un trallazo de puro y genuino thrash, veloz y repleto de
alocados solos de guitarra, y a su vez cuenta con un estribillo
pegadizo y marchoso que podría resultar más accesible para un
amplio público. Es un tema que se compuso con ideas que Kirk trajo
de su anterior banda Exodus y refleja la energía y desenfado de la
banda en sus primeros tiempos, y por extensión de toda la escena
thrash en general durante aquella época de gestación del género.
Es una lástima que no haya sido más reivindicado en directo.
BONUS TRACK: El directo soñado... que nunca fue editado.
Si algo ha hecho grande a Metallica han sido sus directos, ya
que una cosa está clara: encima del escenario la banda es totalmente
imbatible. Es un hecho que podrán comprobar un puñado de
afortunados dentro de unos días y algo de lo que ha quedado
constancia en la extensa colección de material audiovisual que han
editado los de San Francisco a lo largo de su carrera. Desde aquel
lejano y emotivo Cliff 'Em All (1987) hasta el más reciente
Quebec Magnetic (2012). pasando por la gigantesca caja Live
Shit: Binge & Purge (1993), el concierto/película Through
the Never (2014), o el Cunning Stunts (1998) de la época
Load.
Metallica son conscientes de su buen hacer en directo y así lo
han demostrado al editar de forma profesional un buen puñado de sus
shows. Por eso sorprende, y mucho, que se hayan dejado en el tintero
uno de sus conciertos más especiales.
Hablamos de la serie de cuatro conciertos que se celebraron en
Diciembre del año 2011 en el teatro Fillmore de San Francisco con
motivo de la celebración de los 30 años de carrera de la banda.
Fueron unos shows super exclusivos, a los que solo pudieron acceder
miembros del club de fans previo pago de un entrada al precio
simbólico de 6 dólares.
Lo que hizo especial a estos conciertos fueron sus set list
inusuales y la increíble cantidad de invitados especiales que se
subieron al escenario. Cada una de las cuatro noches la lista de
canciones interpretadas fue distinta, abriéndose cada concierto con
la interpretación de uno de los cuatro temas instrumentales que
posee la banda en su discográfica y acabando siempre, tras más de
dos horas de show, con la interpretación del mítico Seek &
Destroy, con la banda acompañada en el escenario por todos los
invitados especiales del día en cuestión. Por supuesto se
interpretaron todos los grandes clásicos que uno esperaría escuchar
en un concierto de Metallica, pero también se dejó espacio para
interpretar un montón de temas inusuales, como algunos de los
reseñados en este artículo y muchos otros, como por ejemplo los
cuatro temas que conformaron el EP Beyond Magnetic (2008),
multitud de versiones de otros artistas, e incluso un tema del
denostado disco Lulu (2011). En cuanto a la lista de invitados
podemos encontrar a gente de la talla de Ozzy Osbourne, Glenn Danzig,
King Diamond, Rob Halford o Jerry Cantrel entre otros, haciendo acto
de presencia en el escenario para acompañar a Metallica en esta
celebración única. Los momentos más especiales al respecto son los
reencuentros con antiguos miembros de la banda como Dave Mustaine,
Jason Newsted, su primer bajista Ron McGovney e incluso Lloyd Grant,
un guitarrista que militó durante tan solo un par de meses en la
banda en sus primerísimos días. Todo ello adornado con chistosos
comentarios y anécdotas narradas principalmente por James y Lars.
Por todo lo expuesto estos cuatro conciertos suponen una
auténtica delicia para los fans más acérrimos y ofrecen algo
totalmente distinto al resto de sus grabaciones en directo. Por
suerte Metallica tiene la costumbre, hace ya bastantes años, de
grabar el audio de todos sus shows para ponerlos a la venta mediante
descarga directa a través de su página web, y se pueden encontrar
estas grabaciones buscando un poco por la red. Pero habría sido
maravilloso que se hubiesen editado estos conciertos en DVD o Blue
Ray, incluyendo un buen montaje y calidad de imagen, así como
diversos extras, como por ejemplo entrevistas a los invitados, los
ensayos u otros actos que tuvieron lugar durante la celebración del
aniversario, todo ello, en un pack con una cuidada presentación, sin
duda harían felices a multitud de fans y coleccionistas. ¿Por qué
nunca se ha llevado a cabo? Lo ignoramos totalmente, quizás por el
lío que supondría conseguir los derechos de imagen de todos los
invitados, o quizás las razones sean otras, pero sin duda es algo
extraño teniendo en cuenta el olfato de Lars para los negocios. En
cualquier caso invitamos a los fans que no los conozcan a buscar
estas grabaciones, sin duda disfrutaran enormemente con ellas.
Este texto fue escrito originalmente para la web musical DiabloRock:
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